El spa de la firma Caudalie alojado en el hotel Plaza (sí, ese hotel con el que los niños de los 80 soñábamos cada Navidad tras ver Solo en Casa 2) no es una excepción a esta regla. Y aunque en este spa no utilizan el poder de las aguas para curarte, sus tratamientos faciales y corporales a base de extractos de uva y otros ingredientes naturales son como para mandar a paseo la Quinta Avenida, el Empire State, y otros landmarks de esta ciudad a cambio de pasar un día entre viñas.
Ay los spas urbanos, esos lugares de relax total donde alejarse del mundanal ruido y recuperar la salud física y mental. Si encima de propiciar una desconexión total de nuestro entorno se encuentran rodeados por la naturaleza de Central Park, con vistas a unos cuantos rascacielos, el asunto se vuelve todavía mas peliagudo. Sencillamente no quieres volver a tu caja de zapatos casa ni aunque te echen con agua caliente.
Lo primero que llama la atención de este spa urbano son sus instalaciones cuidadísimas y la profesionalidad de su personal. A pesar de estar alojado en un hotel de cinco estrellas americano, el Spa Vinothérapie Caudalie mantiene intacta su tradición francesa en el mimo a los pequeños detalles y el trato irreprochable a los clientes.
Tras pasar a un vestidor digno de Audrey Hepburn, los visitantes pueden acceder gratuitamente a una sauna antes y después de los tratamientos para conseguir un grado todavía mayor de atontamiento. La espera (y posterior descanso) se realiza en una salita de relax que parece una cueva de las maravillas vitivinícolas, puesto que cuenta con una extensa bodega de la cual se puede escoger un buen caldo a maridar con el tratamiento. Y aunque una no bebe mientras está de servicio, parece que el resto de los clientes reciben con mucho gusto su copita de vino. Y bien por ellos, porque con los niveles de estrés que se maneja en esta ciudad está claro que necesitan dosis extra de antioxidantes para combatir las arrugas en la piel.
La carta de este precioso spa gira en torno al poder de los diferentes tipos de uva. Su facial más demandado, el Caudalie Grand Facial Treatment, es un tratamiento de una hora centrado en mimar y revitalizar la piel dañada por los contaminantes presentes en Nueva York. Tras estudiar detenidamente el tipo de piel, la terapeuta propone un protocolo Caudalie adaptado a las necesidades de cada sufrida epidermis, que incluye limpieza, exfoliación y nutrición profunda con un modelaje facial ejemplar.
Con este tratamiento, además de relajar intensamente los músculos faciales, se consigue hidratar la piel en profundidad, acelerar la renovación celular, y mejorar la textura cutánea. Personalmente opino que el largo masaje facial específico con extractos de uva es un regalo del mismísimo Dios Baco para que los mortales no seamos capaces de hacer nada coherente durante el resto del día. La luminosidad e hidratación profunda del rostro, que en mi caso se prolongaron durante casi dos semanas, son simplemente un beneficio colateral.
Por si te sabe a poco, el centro te permite optar por masajes corporales, envolturas, baños antioxidantes con vino y tratamientos de reflexología podal en el que las uvas frescas son las grandes protagonistas. Incluso tienen packs de desconexión total para urbanitas que incluyen maridaje con cata de vinos y queso. La siesta que te echas mientras dura cualquiera de sus tratamientos debe ser parte de un plan cuidadosamente diseñado para que tengas ganas de volver una y otra vez a este templo del savoir faire de la belleza.
Mathilde Thomas, fundadora de la marca, siempre comenta que ha diseñado personalmente cada uno de los spas Caudalie para crear una escapada excepcional de lo cotidiano. Su centro en el lujoso Hotel Plaza lo logra con creces. Y que viva el Dios Baco.
Spa Vinothérapie Caudalie
Hotel Plaza, 1 W 58 St, Nueva York
Telf. (+1) (212) 265-3182
Servicios de belleza desde 40 euros al cambio.