Tiempo de vacaciones, tiempo de playa y tiempo de medusas. Sólo verlas se ponen los pelos como escarpias. ¿Qué te parecería tener una crema, un contorno de ojos o unas ampollas reparadoras hechas con extracto de medusa? Parece de Julio Verne pero es real.
No hay año que no nos informen que las medusas han invadido el litoral mediterráneo y que la playa de tal o cual pueblo de vacaciones está cerrada al baño porque las medusas están casi en la orilla y pican; claro que pican, porque poseen tentáculos formados por células urticantes, o nematocistos, con las que se defienden y que a la vez usan para capturar a sus presas. Las células poseen una cápsula con un filamento tóxico; al contacto con la presa los filamentos inyectan el veneno.
Existen más de 2.000 especies de medusas en el planeta y su toxicidad varía de una a otra. Cada año hay más medusas porque hay más nutrientes en el agua, sobrepesca, alteración de la cadena alimentaria, contaminación industrial, aumento del tráfico marino, etc. En fin, que hay muchas más medusas debido a la alteración del ser humano en el ecosistema.
Los científicos, viendo este panorama, lógicamente no se han quedado quietos y están buscando qué hacer con ellas mientras se resuelven los demás problemas (que al paso que vamos no creo que tengan solución).
Un uso es como alimento. Algunos chefs ya están sirviéndolas en los platos. En Corea, Japón y China ya es bastante habitual.
Y dándole vueltas se han encontrado con que las medusas contienen una gran concentración de colágeno. Así que, ¿por qué no aprovechar sus propiedades?
Corea del Sur ya tiene un plan para extraer el colágeno y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ya ha apostado por utilizar las propiedades de estos cnidarios para luchar contra el envejecimiento.
Sin embargo, sin irnos tan lejos, aquí al lado, en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), un laboratorio, Diet Esthetic, empresa que se dedica al desarrollo de productos cosméticos ya ha apostado por utilizar las medusas en su línea cosmética. Ha empleado una especie de medusa no irritante, la Rhizostoma pulmo cuyo extracto es rico en fibrilina, una glicoproteína que forma parte del tejido elástico y que juega un papel fundamental adhiriéndose a las fibras de elastina. La gama de Esencia de Extracto de Medusa combina distintos componentes, como el wakame (extracto de la base fértil del alga, considerado como un concentrado de vida); el Crithmum maritimum (extracto oleoso del hinojo o perejil marino, caracterizado por su riqueza en vitamina C y sales minerales), y el Saccharide Isomerate (un polisacárido secretado por microorganismos plactónicos de la Bretaña francesa).
Ya hay tres productos en el mercado:
Elixir concentrado de efecto reparador en ampollas: de aplicación nocturna, elimina las célula muertas y promueve la renovación celular, contribuyendo a tener una piel más firme y relajada.
Contorno de ojos, de efecto tensor, que disminuye las líneas de expresión, patas de gallo y arrugas. Es apta para todo tipo de piel.
Cremigel, crema de día y de noche para cara, cuello y escote. Ayuda a disminuir la flacidez cutánea, líneas de expresión y profundidad de las arrugas.
Concentrado Jellyfish en ampollas: 12 euros.
Contorno de ojos: 13 euros.
Cremigel: 17 euros.