La tienda de Trésor Rare me recuerda a aquellas chiquititas, cucas, recogidas (cozy, que dicen los ingleses), como bombones que decoran el barrio de Saint Germain parisino, el de Notting Hill de Londres, o el barrio de Salamanca en Madrid, donde podemos comprar cuatro líneas de cosmética anti envejecimiento hechas en Suiza -la última es BX Relaxor– a base de polvo de diamantes, piedras preciosas pulverizadas, perlas de aguas profundas (parece un antiguo relato japonés), células madre vegetales… en unos envases suntuosos que pesan un montón. Un señuelo más de que la crisis amaina.
Desde el papel de las paredes hasta las lamparitas o envases, todo persigue el dorado, el lujo anti minimalista, los envases sólidos con letras doradas grabadas en el cristal, que recuerdan a los de Guerlain, cabinas de tratamiento muy coquetas con cita previa y estuches rígidos para tratamientos largos que cuestan un congo.
Según te untan el producto en la palma de la mano percibes que hablamos de un producto serio, con muchas esencias, desde fosfolípidos hasta minerales del Mar Muerto o el susodicho polvo de diamantes. Recuerdo en un viaje en el que nos bañamos en el saladísimo Mar Muerto que todos los productos que se utilizaban en los spas de los hoteles de lujo incluían en la fórmula sales del Mar Muerto, y que miles de turistas ricos venían a hacerse tratamientos para las articulaciones y las arrugas. Quiero decir que estas sales y minerales tienen, para todos los expertos, efectos comprobados. Yo llevo una semana utilizando la limpiadora de Bx-Skin Relaxor, que parece una vasija etrusca o fenicia de cristal ahumado y la verdad es que con la Clarisonic se me queda la piel de bebé y huele que da gloria.
Existen cuatro líneas: Ultimate Pearl, Complete Age Defying, Bx Skin Relaxor y Express Lifting con sus exfoliantes, mascarillas, limpiadoras, serums… y seis perfumes que para mí huelen de más pero que son muy coherentes con el espíritu de la marca. Todo nos lo contaron los prescriptores de la marca y Marian Camino, que es una colega lista, sin ínfulas y siempre sonriente. En fin, una marca para mujeres con el ‘bolsillo oreado’ que no escatiman a la hora de luchar contra las arrugas y el cutis sucio o con manchas.
Trésor Rare. Precios: entre 260 y 600 euros.
C/ Claudio Coello, 25. Madrid