Tú, que adoras el noble arte de la perfumería, a veces sueñas que viajas a la mítica Grasse, cuna de las materias primas y, como el protagonista de El perfume de Süskind, perfeccionas la delicada alquimia necesaria para crear un perfume que los domine a todos. Así nos sentimos ante las últimas creaciones niche de Chanel y Dior, a base de flores (y otras hierbas) de Grasse renovadas bajo el enfoque de Olivier Polge y François Demachy. Dos fragancias muy distintas que dialogan en el mismo idioma, escribiendo un nuevo capítulo en la historia de cada Maison con su irresistible caligrafía olfativa. Despliega bien tus fosas nasales y pon a prueba tu imaginación: ponemos rumbo hacia Grasse.
Cierta frase hecha asegura que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer. En el caso de Gabrielle Chanel podríamos decir que era al revés, pero dejémoslo en un plano de igualdad. Arthur Capel y la admirable creadora fueron de esas parejas simbióticas que se dejan ‘envenenar’ del universo del otro. Ella absorbió su toque dandi con el que después revolucionaría la moda femenina, la curiosidad por el esoterismo y la cultura oriental o el valor de los símbolos. Un auténtico compañero que, por desgracia, falleció siendo muy joven.
Olivier Polge ha puesto el acento en esta pasión efímera y en la influencia que Boy ejerció sobre Gabrielle. En su porte, su elegancia, su estilo. De esa mitología masculina, nace un fougère fiel a la tradición de esta familia olfativa con lavanda, geranio, cumarina y musgo. Pero esto es sólo el punto de partida. Un perfume que quiere capturar un recuerdo sentimental necesita, de manera ineludible, una inspiración emocional. Para ello, Polge recrea la huella que deja un hombre en la piel de una mujer sublimando con sabiduría la nota de geranio rosat de Grasse, una flor andrógina con facetas tanto mentoladas como rosadas. Así, el perfume escapa a las etiquetas masculina o femenina, rindiéndose únicamente a la distinción.
El perfume arranca con cáscara de limón, pomelo y lavanda fresca, preludio al corazón de geranio rosat. Sus matices de citronela, menta y rosa acompañan la rosa y una suave flor de azahar. A esta sinfonía siguen un acorde de madera de sándalo, heliotropina almendrada, cumarina, vainilla y algodonadas notas de almizcle. Olvídate de hombre o mujer y piensa únicamente en el carácter que imprime a la piel.
Boy Chanel forma parte de Les Exclusifs de Chanel y se puede adquirir en las boutiques de Chanel y en El Corte Inglés de Castellana.
Precio: 110 euros / 75 ml.
Sin salir de Grasse, pasamos al campo de rosas de mayo de Dior. La Colle Noire bucea directamente en la historia de la Casa y homenajea un terruño y una flor esenciales en su historia.
Y te estarás preguntando, ¿a qué responde el título de la Colle Noire?
Es el nombre del castillo en Montauroux, cerca de Grasse, que adquirió Christian Dior en los 50. Una preciosa propiedad de estilo provenzal rodeada de árboles sombríos que alberga rosas de mayo (o Centifolia) en su jardín. François Demachy se ha impregnado de la riqueza de este lugar para celebrar la belleza de esta materia prima en una composición viva, especiada, amaderada y solar, muy solar. ¿Juego de contrastes con la vegetación que tiñe al castillo de penumbra? Quizá, no en vano la composición opone la frescura cristalina de la rosa con la opaca nota de la madera de Gaïac. Pero, ante todo, un tributo a esta flor tan frágil como imprescindible para la Maison Christian Dior.
La Colle Noire se inscribe en la Collection Privée de Dior.
Precio: 210 euros / 125ml. Disponible únicamente en las boutiques de Dior y en El Corte Inglés (Castellana y Marbella).