Desafiando las gélidas temperaturas, Desigual presentó este jueves su colección de otoño-invierno 2016 en la primera jornada de la New York Fashion Week. Allí estuve armada con dos pares de medias térmicas y rodeada de bloggeros y socialités de la élite americana para contar mi experiencia en exclusiva para Belleza Pura.
La primera jornada de una de las pasarelas más reconocidas de todo el mundo estuvo protagonizada por el diseño patrio. La firma catalana Desigual, que parece haberse hecho un hueco permanente en los calendarios de los desfiles, compitió en atención mediática con el megashow de Kanye West, quien aprovechó para matar dos pájaros de un tiro y presentó su nuevo disco junto con unas deportivas que ha diseñado para Adidas.
Por suerte para Desigual, los fieles de la marca no quisieron perderse su desfile ni siquiera por el marido de Kim Kardashian. Su explosión de color y sus atrevidas propuestas acabaron siendo el tercer tema más comentado en Instagram durante el día.
Las propuestas de Desigual se han concebido como una metáfora del siglo XXI, visualizado como un patchwork cultural en el que las tendencias, la cultural global y la tecnología son todo en uno. De ahí que la marca capitaneada por Thomas Meyer homenajeara a las mujeres urbanas con una colección en la que, literalmente, se pudo ver de todo: turbantes orientalistas, brocados indios, terciopelos estampados, encajes, capas de corte retro, tweeds y hasta prendas de mohair. En este desfile la firma quiso alentar a las mujeres a contar sus propias historias a través de las mezclas atrevidas de texturas.
Para el próximo otoño-invierno, Desigual propone una silueta con cinturas muy marcadas y con preferencia por las prendas maxi en versión larga y corta. Se recupera el kimono, que se pudo ver tanto en abrigos como en vestidos, y las faldas vaporosas, que parecían flotar alrededor del cuerpo para susurrar historias exóticas y lejanas. Los tejidos vaqueros se reinterpretan con encajes y bordados de la India, y los pichis vuelven a ocupar un lugar destacado en los looks.
En lo referente a la gama cromática, la casa no decepcionó a los fans acostumbrados al estallido de color de la marca. Su nueva colección incluye una amplia paleta que evoluciona desde el rojo hasta los marrones, pasando por el púrpura y berenjenas con toques de amarillo. El invierno Desigual se anima con tonos como el azul Bizancio y los verdes agua, que son un contrapunto perfecto al gris de la ciudad imaginaria en la que se ambientó el desfile.
Este collage cultural ha sido muy bien acogido por el público de este lado del charco, quienes felicitan a la marca por su valiente explosión de color y mezcla de tejidos en una ciudad en la que los yuppies entienden que el blanco y el negro son los únicos colores aceptables para hacer negocios. Y como muestra de su éxito, un botón: la marca cuenta con varias boutiques propias en los locales más codiciados de la Quinta Avenida neoyorquina.
La Semana de la Moda de Nueva York es también una ocasión para ver y ser visto. El desfile de Desigual no fue una excepción, y contó con la presencia de la célebre editora Diane Pernet, las influencers Vega Royo-Villanova e Inés Rau, la filántropa y empresaria Alejandra Silva, y varias personalidades del mundo de la moda y la televisión americana, como la presentadora del programa The Real Adrienne Bailon o Miss J, quien junto a Tyra Banks ha buscado incansablemente a las nuevas generaciones de modelos en el ya defenestrado programa America’s Next Top Model. Eso sí, juro y perjuro que me porté bien y no pedí ningún autógrafo a nadie.
Como colofón a una jornada frenética, recibí un comunicado de la marca de belleza Macadamia Professional, quien parece haber escuchado mis peticiones y ha decidido poner en las pasarelas uno de mis imprescindibles para aguantar el invierno neoyorkino: el moño bufanda. Pienso llevarlo al desfile de Custo, en el que se espera una temperatura exterior de -7 grados como máxima y -10 como mínima.
Y hablando de ver y ser visto, una humilde servidora fue confundida por un paparazzi con una conocida bloguera de moda italiana. No seré yo quien le saque de su error en plena New York Fashion Week.