Caminar es gratis, saludable y, según algunas apps, también rentable. Al menos, eso creía cuando me descargué una aplicación que prometía pagarme por cada paso que diera. “Gana dinero mientras caminas”, decían. Una promesa demasiado buena para ser verdad… y, efectivamente, lo era. A continuación indagamos en el mundo del phonning, y como hacer de una actividad tediosa un hobby beneficioso para nuestra salud.
Pero antes de contarte cómo terminé frustrada y sin un solo euro, hablemos de una tendencia en auge: el phonning con y sin estafa.
Phonning y la estafa del deporte que haces sin darte cuenta
Según un estudio de Finetwork, más de 31 millones de personas en España practican Phonning, es decir, caminar mientras hablan por teléfono. Aparentemente, sin darnos cuenta recorremos hasta 181 km al año solo por mantener conversaciones mientras nos movemos. Y esto tiene beneficios: además de ayudarnos a mantenernos activos sin esfuerzo, mejora el estado de ánimo y nos permite aprovechar mejor el tiempo.
Las marcas ya han comenzado a sacarle partido a esta tendencia. Finetwork ha diseñado incluso unas zapatillas específicas para el ‘Phonning’ y ha elaborado un reglamento con consejos para optimizar su práctica. Parece que estamos ante una revolución del wellness cotidiano. Y ahí es donde entran en juego las aplicaciones que te pagan por caminar… o al menos eso dicen.
Cuando caminar mientras hablas por teléfono se ha convertido en una estafa
Motivada por la idea de ganar dinero por hacer lo que ya hacía (andar mientras hablaba por teléfono), decidí probar una de estas aplicaciones. Su funcionamiento era simple: te registrabas, activabas el contador de pasos y, a cambio, acumulabas recompensas en dinero o criptomonedas que luego podrías canjear.
Durante semanas, sumé kilómetros y observé cómo mi saldo virtual crecía. “Esto funciona”, pensé. Hasta que llegó el momento de retirar mis ganancias. Ahí empezó la pesadilla: primero, la app me pidió ver decenas de anuncios para desbloquear el retiro. Después, me exigió un mínimo de pasos absurdamente alto, que casualmente siempre parecía estar un poco fuera de mi alcance. Finalmente, cuando logré cumplir todos los requisitos, el pago simplemente nunca llegó.
Investigando un poco, descubrí que no era la única. Muchas de estas apps funcionan con modelos insostenibles, donde los usuarios generan ingresos para los creadores viendo publicidad, pero los pagos reales rara vez se efectúan. En otras palabras, una estafa bien disfrazada.
Las apps que sí funcionan y las que deberías evitar por ser un deporte de riesgo
No todas las aplicaciones de walk-to-earn son fraudulentas. Algunas, como Sweatcoin o WeWard, sí ofrecen recompensas, aunque suelen ser en descuentos o productos y no en dinero directo. Otras, como Stepn, requieren una inversión inicial en NFT, lo que las hace arriesgadas. Para evitar caer en engaños, estas son algunas señales de alerta:
- Si te piden pagar para retirar dinero, es una estafa.
- Si el mínimo de retiro es inalcanzable, desconfía.
- Si no hay opiniones verificadas de usuarios que realmente hayan cobrado, evita la app.
- Si los pagos dependen exclusivamente de ver anuncios interminables, algo no cuadra.
Conclusión: caminar es gratis, pero no siempre rentable en dinero
El Phonning es una tendencia real y muy saludable, pero cuando una app te promete dinero fácil por hacerlo, mejor ten cuidado. En mi caso, aprendí la lección: nadie regala dinero por caminar. Pero si lo que buscas es motivación extra para moverte, mejor confía en apps con sistemas de recompensas transparentes o simplemente disfruta del paseo sin esperar una recompensa que, probablemente, nunca llegará.