Dice la poeta y compañera periodista María Ovelar en su Instagram: “Querides, ya es oficial: debuto en novela con Suya era la noche.

Justo, hoy “10 de marzo del año 2025 publico en la editorial Consonni esta historia (Suya era la noche) sobre una crisis de identidad y sobre el despertar de la conciencia personal y colectiva.” explica la autora María Ovelar, de su primera novela.

Los que me conocéis” cuenta Ovelar en su perfil de IG, “sabéis que el camino empezó en 2019 cuando gané la residencia artística Axoùxere en Brión, Galicia y terminó este verano en El Bruc, en la residencia de Can Serrat @canserrat donde di por finalizada la edición del manuscrito.

Suya Era La noche María Ovelar, primera novela

La propia María Ovelar ha explicado todo divinamente en su perfil de IG

✨El flechazo con la editorial ha sido fulgurante (gracias a @la_casa_de_belmonte). Feliz de publicar con esta casa de Bilbao un relato en el que he trabajado tanto. Me ha costado mucho abandonar a Mireia y Victoria, dos personajes de ficción, sí, pero también dos amigas que me han reflotado e inspirado en momentos descorazonadores. Espero que os alienten a vosotres.

✍️❣️Antes de mandarla a la editorial, he desechado cientos de páginas, que todavía me palpitan, palabras como exorcismos que tal vez algún día resurjan.

“Suya era la noche arranca con una resaca tras un after y captura en pocas páginas la escena de Madrid desde 2005 hasta 2020. Mireia quiere entender por qué todo el mundo ha acabado por odiar a su mejor amiga, Victoria. Así que escribe sobre ella. Estamos en 2018 y a la ola de sororidad desatada por el metoo, le seguirá el despertar propiciado por el caso de la manada, un escenario que irá reactivando la memoria dormida de Mireia, y que la hará reflexionar sobre el deseo, las relaciones tóxicas y la culpa.”

Suya era la noche es un relato contemporáneo y psicológico ambientado en Madrid y Alacant, una novela donde, aviso, hay sorpresas.

Mini-entrevista a María Ovelar en 5 preguntas sobre su novela llena de deseo, feminismo y el ritmo de la noche…

¿Hay algún mensaje esencial que quieras transmitir con esta novela?

Con Suya era la noche he querido adentrarme en el deseo de las mujeres a través de Victoria y Mireia, dos escritoras que conviven con el fantasma de la culpa y una identidad fragmentada por un pasado traumático. El libro explora, entre otros, los límites de la literatura, las relaciones tóxicas, los excesos y la adicción al alcohol y las drogas. También se adentra en la noche y en la escena musical literaria de Madrid de los últimos años.

Por lo que he leído en la sinopsis de tu novela hablas de tu vida literalmente o hay más fantasía que realidad.

La novela no es autobiográfica, en absoluto. Nunca pretendió serlo. No obstante, toda escritura, incluso la ciencia ficción y la fantasía, se inspira en sentimientos y vivencias. La nostalgia, la felicidad, los recuerdos son la materia de la literatura, por muy distorsionados, difuminados o diluidos que estén en la ficción. He querido rendir un homenaje a mi gato, Totoro, de 17 años. Quiero que sobreviva a través de este libro. El resto está ficcionado, pero sí bebe de la realidad. Esta historia retrata asimismo la violencia contra las mujeres de la escena musical y literaria. Aunque no aparezcan personajes reales, sí que se asemeja a los abusos. Por desgracia, tras leer testimonios de mujeres que sufrieron en esta escena cultural, una vez más la realidad ha superado la ficción.

Después de tanta poesía, ¿en qué género está tu nueva obra literaria?

Suya era la noche es una novela; es decir, es narrativa. No obstante, mi estilo se alimenta de imágenes y de emociones: hay pasajes muy líricos en este libro. Se trata de una escritura híbrida.”

¿Sexo, drogas y rock and roll…?

Más bien feminismo, deseo y mucho ritmo. Creo que todo texto tiene su propia respiración.

Además de pinchar discos, te gusta pincharte otras cosas por la cara para prolongar tu belleza o llevas algún tatuaje, cuéntame…

Me cuido: practico yoga y voy al gimnasio; medito dos veces al día (meditación trascendental), soy piscivegetariana. No me pincho porque en lo que creo es en estimular al colágeno, los fibroblastos y a los adipocitos blancos. Confío en el yoga facial, la radiofrecuencia y las limpiezas de rostro, sobre todo las de Dellicare, un centro holístico y vibracional. Tengo un tatuaje del kanji japonés de gato que me hice en little Tokio en Los Ángeles.”