Si alguna vez te has probado una prenda y has sentido que te convertías en un personaje de 25 o en el villano de una película de vampiros, probablemente el problema no era la luz del probador, sino tu elección de color.
La colorimetría no es brujería, pero casi: es la ciencia de identificar qué tonalidades armonizan con tu piel para que tu rostro luzca más radiante y saludable (y no como si hubieras pasado tres días sin dormir). ¿De qué va esto de la colorimetría?
La clave está en el subtono de tu piel, que puede ser cálido (tirando al amarillo) o frío (más azulado). Esto no tiene nada que ver con si estás bronceado o pálido como el mármol; el subtono es una constante genética que no cambia con las estaciones ni con tus experimentos fallidos de autobronceador.
Los expertos de Oramai, exclusiva ‘hair boutique’ en Madrid, utilizan un método infalible (muy querido también por lo estilistas y fotógrafos): colocan pañuelos de distintos colores cerca del rostro y observan cómo interactúan con la piel. Así identifican si los colores que te favorecen están en la familia de los cálidos o los fríos y te sugieren la coloración capilar que mejor te va.

Salón Oramai
Colores que iluminan vs colores que apagan
Ahora que ya sabes que tu piel no es neutra (spoiler: casi nadie lo es), veamos qué paleta de colores puede hacer que brilles y cuáles podrían convertirte en una sombra de ti misma.
- Si tienes un subtono cálido: te favorecen los tonos tierra, como el beige, marrón chocolate, verde oliva y rojo anaranjado. En otras palabras, los colores de un otoño instagramable.
- Si tienes un subtono frío: te iluminan los tonos más intensos y profundos, como el verde botella, azul marino, gris perla y burdeos. Piensa en una campaña de Gucci y estarás en la dirección correcta.
Y no, no hace falta que tires la mitad de tu armario. El truco está en jugar con los accesorios: un pañuelo, un collar o incluso un labial en tu gama adecuada pueden salvar cualquier look.
Maquillaje y accesorios: pequeños grandes aliados
La colorimetría no solo aplica a la ropa, también afecta al maquillaje y a los accesorios metálicos. Aquí un breve manual de supervivencia estilística:
- Subtonos cálidos: el dorado es tu mejor amigo. Unos pendientes, un anillo o incluso un eyeliner marrón oscuro te harán ver más armoniosa.
- Subtonos fríos: apuesta por la plata y el eyeliner azul marino. Te dará un look sofisticado y sin esfuerzo, como si hubieras nacido para reinar en invierno.
Cabello: el color sí importa
Oramai también nos recuerda que el cabello juega un papel crucial en la ecuación del color:
- Si tu piel es cálida, los tonos dorados, cobrizos y caobas resaltarán tu luminosidad natural.
- Si tu piel es fría, apuesta por tonos más ceniza, rubio platino o negro azulado. ¿Mechas en chocolate con base oscura? Sí, por favor
Vestir ‘bien’ va más allá del gusto personal
Saber qué colores te favorecen puede ahorrarte horas frente al espejo, compras impulsivas y looks que, aunque los ames, simplemente no te hacen justicia. La colorimetría no se trata de reglas estrictas, sino de aprender a jugar con los tonos adecuados para realzar tu estilo. Y si al final decides seguir usando ese amarillo chillón que te hace ver como un Calippo, al menos lo harás con conocimiento de causa.