La naturaleza salvaje e imprevisible del mar inspira a los perfumistas jugos que hablan, sobre todo, de la sal de la vida.
La pulsión de vida del mar late en los últimos perfumes que, como botellas que contienen un mensaje, encallan en nuestra piel y nos invitan a disfrutar a toda costa.
Le Sel D´Issey de Isssey Miyake, más dulce que salado
La valiosa sal, condimento de la vida, antigua moneda por su altísimo valor de facto (de ahí viene ‘salario’) e impulso vital que nos da chispa y sabor, es la materia prima sobre la que ha construido Issey Miyake su última referencia. Pero, ¿cómo manejar un ingrediente inoloro?
Quentin Bisch (Givaudan), ha sido el nariz encargado de hacer posible lo imposible, interpretando la sal como ‘el recuerdo de la ola en la tierra y en la piel’. Así, Le Sel d´Issey evoca un frescor incisivo, gracias a una armonía de notas amaderas y marinas a base de alga laminaria, musgo de roble, jengibre, vetiver y madera de cedro.
Un perfume vivo, en el que la interacción entre los polos del mar y la tierra ofrece una sensación de movimiento tan interesante como adictiva.
Precio: en torno a 70 euros / 100 ml.
A´Mmare, de Carthusia es un baño de mar y amor.
Con notas de salida de bergamota, cristales de sal y romero, esconde un corazón de acorde acuático y hojas de menta que desemboca en madera de cedro, pachulí, madera de guaiac y almizcle.
Precio: 120 euros / 100 ml.
Nos embarcamos en un viaje hacia un destino desconocido con Le Male, el ya mítico marinerito de Jean Paul Gaultier.
Le Male Lover es el último pasajero que ha echado el ancla en el universo marítimo de la casa. Bajo la suave piel de su torso, se puede leer el aroma de una piel ofrecida al rocío del mar y el sol, donde se aventura una sensualidad de arena caliente. Un ámbar almizclado impregnado de brisa marina con pimienta, caviar cítrico, ámbar gris, maderas y vainilla. Pongamos viento en popa.
Precio: 126 euros / 125 ml.