La última solución para la migraña pasa por la cirugía creada por el Dr. Ahmad Saad.

Si alguna vez has experimentado un dolor de cabeza que te hace desear exiliarte en una cueva lejana, oscura y silenciosa, es probable que te hayas topado con la temida migraña. Y no, no estamos hablando de un simple malestar que desaparece con un antiinflamatorio y una siesta rápida.

La migraña es ese aguafiestas neurológico que llega sin invitación, con dolor intenso, latidos en la cabeza, un combo gratis de náuseas, vómitos y una insana aversión a la luz y el ruido. Básicamente, todo lo que a una persona le hace feliz… queda descartado.

Pero no todo es sufrir en esta historia. Mientras algunos se refugian en medicamentos y cambios de estilo de vida para sobrellevar la migraña, Imagn Institute, en Barcelona, ofrece algo más radical (y por radical, léase “te cortamos un poco para que te sientas mejor”): cirugía.

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De medicamentos al bisturí: el salto de fe de los migrañosos

La mayoría de nosotros relaciona las cirugías con cosas serias como apendicitis o trasplantes. En este caso, el quirófano es una opción válida para los que ya no soportan más su vida de “cualquier cosa me dispara una migraña“. El cerebro detrás de todo esto (o, mejor dicho, las manos habilidosas) es el del Dr. Ahmad Saad, quien ha desarrollado un enfoque quirúrgico revolucionario y, al parecer, sumamente eficaz para aquellos que han agotado todas las otras opciones.

¿Es esta cirugía para ti? ¿O mejor deberías esperar al próximo fármaco milagroso?

Hay que ser honesto: no todos los que tienen migraña corren al quirófano. Primero, hay ciertos requisitos. El candidato ideal ha pasado ya por varios médicos, ha probado de todo y sigue recibiendo dolor a cambio. En otras palabras, cuando ni los remedios caseros ni los fármacos sofisticados hacen efecto, y tu calidad de vida parece sacada de una telenovela trágica, es cuando podrías considerar esta cirugía. Ah, y también debes estar en buena salud general. Nada de quejas de otras dolencias, por favor.

¿Qué hacen en el quirófano? Tranquila, que no llegan al cerebro

Imaginemos la escena. Llegas a Imagn, te evalúan con la precisión de un detective de serie policial, te examinan los dolores de cabeza de arriba a abajo, buscan desencadenantes y deciden si tu caso se merece la magia del bisturí. Si todo sale bien, el siguiente paso es la cirugía, que, dicho sea de paso, no es tan invasiva como uno se imaginaría.

¿Tienes miedo de que te abran el cráneo? Relax. Lo que hacen en realidad es descomprimir los nervios debajo de la piel, esos pequeños villanos que están causando tus migrañas. Lo mejor es que las incisiones son mínimas y se realizan en el cuero cabelludo (puntos extra si ya estabas pensando en un nuevo corte de pelo).

 Y después de la operación, ¿qué? Recuperación y (esperemos) alivio

La buena noticia es que el procedimiento es rápido. Tan rápido que probablemente la película que viste anoche duró más que tu paso por el quirófano. En apenas 15 minutos por área afectada, ya te están sacando de la sala y listo para la recuperación. Aunque quizás quieras esperar una semana antes de regresar al gimnasio o a la pista de baile. Pero después de eso, ¡vuelve a la vida normal! (con la esperanza de que las migrañas hayan desaparecido, junto con las viejas excusas para cancelar planes poco apetecibles).

¿Vale la pena? Las cifras parecen indicar que sí

Los números hablan. Y, en este caso, son alentadores: hasta un 90% de los pacientes ven una mejoría significativa o incluso la desaparición total de sus migrañas. Es decir, no solo estarás operada, sino que podrías ser una de esos afortunadas que por fin pueda ir al cine sin temer a las explosiones de sonido, o disfrutar de un brunch en una terraza sin necesitar gafas de sol estilo estrella de rock.

En resumen, si las migrañas te están robando la paz y las pastillas ya no son tus amigas, la cirugía de migraña parece una opción viable para devolverte el control de tu vida. Después de todo, un mundo sin migrañas suena bastante bien, ¿no?

Imagn Institute

Rambla de Catalunya, 53, planta 6, puertas G-H.

Eixample, 08007, Barcelona.