En el mundo del cuidado facial, a menudo nos encontramos con preguntas aparentemente simples que pueden tener un gran impacto en la salud y apariencia de nuestra piel. Una de estas preguntas es: ¿qué se pone primero, la crema hidratante o el protector solar?

Aunque parezca un detalle menor, el orden en el que aplicamos estos productos es crucial para maximizar su eficacia y asegurar que nuestra piel reciba todos sus beneficios.

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El dúo dinámico: hidratación y protección

La crema hidratante juega un papel vital al mantener la piel nutrida y elástica, mientras que el protector solar es esencial para protegerla de los dañinos rayos UV, previniendo el envejecimiento prematuro y otros daños. Usar ambos productos es la combinación perfecta para preservar la salud y juventud de nuestra piel. Así que sí: nada de saltarse la rutina habitual. Hay que ponerse todo con entusiasmo, como siempre.

El orden de los factores sí afecta el producto

La clave está en la forma en que estos productos interactúan con la piel. Según Elena García Garrido, CEO y fundadora de Goji Mediterránea, firma de cosmética natural, “Primero debe ir la hidratante, y después el protector”. La razón es simple: la crema hidratante se absorbe en la epidermis, nutriendo y mejorando la barrera protectora de la piel. Esta aplicación inicial asegura que la piel esté preparada para recibir la máxima protección del protector solar.

Esperar es clave

Después de aplicar la crema hidratante, es importante esperar unos minutos para que se absorba completamente. Luego, se debe aplicar el protector solar. Esperanza Sáenz, responsable de imagen en Nezeni Cosmetics, advierte que “Si invirtiéramos el orden, la crema hidratante podría diluir el protector solar o interferir con su disposición uniforme sobre el rostro, disminuyendo su eficacia”.

Consejos de los expertos

Desde Nezeni Cosmetics recomiendan esperar un poco entre la aplicación de ambos productos para permitir que cada uno se absorba adecuadamente. Además, aconsejan usar protector solar y crema hidratante de manera independiente, especialmente si se espera una exposición solar intensa o prolongada.