Bucear en las profundidades del mar para encontrar nuevos ingredientes es algo habitual. Por eso, las propiedades cosméticas de las algas hacen que sean ya ingredientes para la cosmética del futuro.
Hasta 25.000 especies de esta flora marina se halla en nuestros océanos y tan sólo una veintena se emplea en cosmética. En ellas encontramos aminoácidos y minerales que pueden proporcionar beneficios para la piel y el organismo.
En el mercado ya podemos encontrar cosmética con algas, y más que va a haber en el futuro porque ya se han probado en jabones, cremas de afeitar, cremas de cara, de cuerpo, tónicos, productos de maquillaje o protectores solares. La ciencia nos explica que un kilo de algas contiene tanto yodo como 10.000 litros de agua de mar y es 500 veces más rico en calcio y vitaminas que el agua de mar.
Con todos estos beneficios estamos ya preparadas para que las algas entren en nuestra cosmética del futuro y también del presente. Las algas son conocidas por aportar textura pero se ha descubierto que proporcionan hidratación y aportan nutrientes, como la vitamina E; regulan la producción de sebo, calman las pieles sensibles, reafirman la piel y poseen un efecto rejuvenecedor.
Amalgama Silvestre, cosmética del futuro hecha con algas
Las firmas cosméticas no paran buscando los ingredientes ideales para mejorar nuestra piel. Con todos estos beneficios y teniendo en cuenta que nuestro litoral mide 7.905 kilómetros no es de extrañar que haya empresas que se lanzan a la búsqueda de las mejores algas para elaborar la cosmética del futuro.
Marcas como Alskin, Bluevert, Natura Bissé, Sachajuan o Biotherm incluyen algas y microalgas en algunos o en todos sus cosméticos. Ahora, la empresa gallega Amalgama Silvestre apuesta por una formulación en la que incluye estos microorganismos.
Esta empresa gallega ha creado una cosmética sostenible y ha elaborado una crema solar natural mineral FPS50 con triple acción: alta protección solar (FPS 50), antioxidante y regeneradora de la piel, aunando tradición y vanguardia para el cuidado y protección tanto de la piel como del planeta.
Un protector solar para toda la familia
La kombu gallega (Laminaria ochroleuca), que pertenece al grupo de las algas pardas de las costas gallegas, es la que se emplea para elaborar este protector solar. Este género de macroalgas se consume como alimento en el noreste asiático desde hace mucho tiempo. De ella se sabe que posee multitud de principios activos de interés cosmético, como los compuestos fenólicos con poder antioxidante que reducen la oxidación de la piel y producen un efecto anti-envejecimiento. Además de las algas, este fotoprotector está elaborado con aguas medicinales de Sabaxáns, en Mondariz, Pontevedra y cera de abejas de productores locales.
Andrea Fernández Araujo, creadora junto a Guillermo, de la marca, cree que las algas son el futuro y, por eso, ha apostado por un producto solar mineral, FPS50. Es una línea orgánica, delicada con las pieles más sensibles y con un acabado ligero. De apariencia densa, se absorbe muy bien, quedando una capa fina que mejora mucho el acabado blanco de este tipo de cremas.
Precio: 32,50 euros