Apréndete la palabra “resolvinas” porque viene dando fuerte. Para entrar en materia, son moléculas derivadas de ácidos grasos que ayudan a remediar la inflamación y el “inflamm-aging”, el proceso inflamatorio asociado al envejecimiento.
Hay enfermedades que cursan con dolor crónico, como la artritis, inflamaciones cutáneas, peritonitis, periodontitis, enfermedad periodontal, trastornos temporomandibulares, diabetes, enfermedades cardiovasculares… Todas aquellas que tienen asociadas procesos inflamatorios descontrolados pueden tener los días contados.
La inflamación es una respuesta de nuestro cuerpo; el sistema inmune que es la defensa del organismo, trata de eliminar a los invasores o reparar los tejidos lesionados. A veces esa inflamación se vuelve crónica y no se resuelve y puede tardar meses hacerlo. ¿Cómo atacarla? Efectivamente, con las resolvinas, unas sustancias naturales producidas por nosotros mismos.
Son millones de personas las que sufren algún tipo de inflamación; por eso, cada vez más estudios buscan rodear estas enfermedades y buscar la mejor solución. Y ya hay muchas pistas: las resolvinas son potentes agentes analgésico generados de manera endógena.
Aceite de pescado Omega3, precursores de las resolvinas contra la inflamación
Investigadores de Harvard descubrieron que las resolvinas, sustancias naturales producidas por nuestro cuerpo, pueden reducir la inflamación relacionada con el envejecimiento, ofreciendo prometedoras vías para contrarrestar sus efectos negativos.
El Dr. Charles Nicholas Serhan, profesor de Medicina Oral, Infecciones e Inmunidad en la Facultad de Medicina Dental de Harvard, ha descubierto que la resolución de la inflamación es un proceso activo que está regulado por unos medidores endógenos denominados SPMs (o mediadores que resuelven la inflamación). Son metabolitos enzimáticos de la familia de los Omega-3 EPA y DHA (Resolvinas, Protectinas y Maresinas) así como derivado del Omega-6 ARA (lipoxinas). Estos compuestos naturales reducen la inflamación e infección y el dolor crónico y promueven la regeneración del tejido dañado por medio de nuevos mecanismos.
La tecnología moderna ha descubierto sus precursores -unas moléculas que son capaces de ayudar a la formación de las resolvinas- en el aceite de pescado. Estas parece que son los ser los mediadores de las acciones beneficiosas que se han atribuido a los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 sobre ciertas enfermedades, como las inflamaciones, y ya hay investigaciones que avalan su uso.
Recomendaciones sobre los Omega-3
El aceite de pescado, rico en Omega-3, es uno de los nutracéuticos más recomendados en la población en general con el objetivo de disminuir los procesos de dolor muscular.
Desafortunadamente las dietas occidentales incluyen cada vez menos pescados grasos y alimentos marinos, lo que provoca una deficiencia general de Omega3. Por eso, cada vez existen más suplementos con este ácido graso a nuestra disposición.
¿Hay que tomar Omega-3? Cada caso es uno y desde Belleza Pura recomendamos siempre siempre consultar con tu médico que te hará los análisis necesarios para recomendarte lo que tienes que tomar.