Hablamos con la periodista, abogada y escritora Brenda Chávez, autora del libro Al borde de un ataque de compras (Editorial Debate) “Sólo compro algo si de veras lo necesito porque se me haya roto algo que tengo y no puedo reparar, opto por la segunda mano, por firmas sostenibles.” Parece fácil y con ella como guía experta en consumo consciente, lo será, como ya quedo patente en su primer libro Tu consumo puede cambiar el mundo en el que tuve el honor de participar.
Por el camino publicó la investigación Blanqueo de ropa, los numerosos lavados de reputación de la industria de la moda. Sobre greenwashing y socialwashing, un contundente informe donde repasa las marcas y sus estrategias de sostenibilidad a lo largo de 150 páginas que puedes descargar gratis en Carro de Combate.
“Me llama la atención que todos los productos que he visto anunciados por la televisión diciendo que son sostenibles, o ecológicos, no lo son.” alerta Brenda sobre los lavados verdes que tenemos delante de las narices y no vemos. En Al borde de un ataque de compras, la autora nos da las claves para no equivocarnos y hacer un consumo ecológico, práctico y sostenible de la manera más consecuente.
Tal vez te queden dudas a la hora de comprar y consumir sin dañar el planeta y sin ecoansiedad. Aunque el primer lavado es desprogramarnos de la publicidad.
BP: ¿Hay que cambiar de estilo de vida para ser sostenible con la naturaleza?
Brenda Chávez: “Intentar tener hábitos de vida más sostenibles, reduce nuestra huella en el planeta. Pero esta es una cuestión colectiva, las empresas tiene que hacer su trabajo, para producir sosteniblemente y las administraciones, tienen que pautar esa transición hacia modelos de producción y consumo más sostenible, facilitarlo y exigirlo. En la naturaleza todo está relacionado, su objetivo es la sostenibilidad de la vida y se alcanza a través de la cooperación. Sin embargo la meta de la economía actual es la acumulación de capital que se consigue compitiendo unos con otros. Cuanto más rico es un país más consumen sus habitantes y cuanto más lo hacen, mayor es su impacto en el planeta. El estudio, «How your personal consumption affects climate» (Gemini, NTNU Trondheim-Universidad de Ciencia y Tecnología, 23 de febrero del 2016) señala que entre el 60 y el 80 por ciento de los impactos provienen del consumo de los hogares. Cambiar nuestros hábitos tiene un efecto drástico en nuestra huella medioambiental pero las cuatro quintas partes de esos impactos no son directamente atribuibles a los consumidores sino secundarios. Es decir, derivados de las diferentes industrias que fabrican nuestros bienes y productos, sus sistemas productivos los crean. Por eso es importante saber qué estamos fomentando con nuestro dinero y nuestro consumo.”
BP: Ya no sabe uno qué comprar dice la gente, qué claves darías a las personas que sufren ecoansiedad porque no saben bien que forma de consumir es mejor para el planeta
Brenda Chávez: “Creo que lo mejor para consumir de una forma más sostenible, es consumir menos, sólo lo que de veras necesitamos, y evitar lo superfluo. Lo cual no quiere decir que no nos demos un capricho de vez en cuando, si no que intentemos huir siempre que podamos de las compras inducidas, compulsivas, emociones y acríticas, e introduzcamos nuestros nuevos hábitos de consumo, poco a poco, cuando estemos convencidos. Si hacemos un pequeño cambio al mes, en un año nuestra vida estará dando un giro, sin que apenas lo notemos. Al borde de un ataque de compras precisamente da muchas claves para ello, para disfrutar del proceso, no culpabilizarnos y evitar la ecoansiedad.”
BP: ¿Qué cosas has dejado de comprar por ser más sostenibles?
Brenda Chávez: “Hace casi dos años me deshice de mi coche, vivo en un barrio muy bien conectado de transporte, y casi todos mis recorridos diarios los puedo hacer a pie. Si necesito un coche, lo alquilo. A lo largo de los años he cambiado muchas cosas, consumo energías renovables de una cooperativa, mi banco es una banco ético; consumo moda, cosmética y productos de hogar sostenibles; compro en el mercado, en un puesto de agroecológico, casi toda mi comida fresca, también acudo a otros dos comercios de productos ecológicos. Mi dieta es eminentemente vegetal. He cambiado mi móvil una vez desde 2016, es un Fairphone, el más sostenible del mercado, de momento. Intento ir en tren siempre que puedo en mis viajes personales y laborales, y evitar el avión, o el coche. Intento reparar, recuperar mis prendas, aparatos electrónicos, etc. También compro artículos de segunda mano, si los necesito, en vez de nuevos. Todos estos cambios los he hecho tranquilamente, disfrutando y mejorando mi calidad de vida personal y colectiva.”
BP: ¿Qué marcas no consumes?
Brenda Chávez: “No consumo productos de multinacionales, son las empresas (en todos los sectores) que tiene más impactos sociales y ambientales y unas lógicas de maximización de los beneficios, bajo coste y acumulación de capital que suele llevar a círculos viciosos. Mi consumo lo hago en empresas locales y pymes de las que conozco su trazabilidad.”
BP: Algo que llame tu atención cómo horror del greenwashing, el socialwashing o el consumismo caníbal
Brenda Chávez: “Me llama la atención que todos los productos que he visto anunciados por la televisión diciendo que son sostenibles, o ecológicos, no lo son.”
“Acabo de colaborar, con 15 profesionales, en un libro que se llama Alerta Greenwashing (editorial Polen) que resulta muy revelador de que estas prácticas son comunes en todos los sectores de forma habitual.”
BP: ¿Cuánta ropa tienes en tu armario? ¿Y productos de cosmética o perfumes?
Brenda Chávez: “Tengo un armario bastante reducido. Sólo tengo ropa que me sienta bien y combinable entre ella. Tengo bastante claro cuál es mi estilo, nunca consumo fast fashion. Sólo compro algo si de veras lo necesito porque se me haya roto algo que tengo y no puedo reparar, opto por la segunda mano, por firmas sostenibles. También tengo mucha ropa propia y heredada de muy buena calidad, que lleva conmigo décadas.”
“Consumo cosmética ecológica y local de la firma Ecoeko, su fundadora (Vicky Hermida) es una gran profesional y amiga. Sé como hace cada producto.”
BP: ¿Qué productos de higiene y limpieza son básicos eco para ti?
Brenda Chávez: “Sólo uso dos cremas y un gel-champú de EcoEko. Aparte, uso para el cuerpo aceite de sésamo. El cubre ojeras, el pintalabios y el colorete que suelo usar para maquillarme también son ecológicos, como la pasta de dientes y el perfume-desodorante. No uso nada más.”
BP: Dónde comprar alimentos naturales de verdad sin dejarse el sueldo?
Brenda Chávez: “Compro en el mercado de mi barrio, en un puesto de agroecológico. No compro procesados, consumo de temporada, cocino yo misma, como muchas legumbres, frutos secos, frutas, hortalizas y verduras. Como muy poco fuera de casa, sólo en ocasiones puntuales. Mi presupuesto de comida es igual, o incluso más bajo, que el de muchas personas de mi entorno. También hay grupos de consumo en muchos barrios de ciudades donde puedes recoger tu cesta semanal, quincenal o mensual de frescos de temporada, sin quebrar la cuenta bancaria.”
BP: Nos recomiendas alguna lectura interesante para consumir consciente.
Brenda Chávez: “Alerta Greenwashing (editorial Polen) y Toma de tierra de la ecofeminista Yayo Herrero, de la editorial Caniche, del que he sido su editora. Agotó su primera edición a los dos meses de salir a la venta.”