La caspa es un problema común del cuero cabelludo que afecta a todo tipo de pelo en algún momento a lo largo de su vida.
Se manifiesta como pequeñas escamas blancas o amarillas que se desprenden del cuero cabelludo y, en ocasiones, caen sobre los hombros, lo que puede resultar incómodo y vergonzoso. Pero, ¿qué causa la caspa y cómo se puede combatir?
Causas de la caspa
Puede ser causada por una variedad de factores, siendo la más común la dermatitis seborreica, una afección de la piel que provoca la producción excesiva de sebo. Esto puede llevar a la descamación de la piel en el cuero cabelludo, lo que conocemos como caspa.
También la piel seca puede ser un factor desencadenante, ya que la falta de humedad puede llevar a la formación de escamas. Además, ciertos hongos y levaduras que se encuentran de forma natural en el cuero cabelludo pueden contribuir a la caspa.
Como explica María García, de la marca de cuidado capilar Dalire, “En realidad, las escamas de la caspa son el resultado de un desequilibrio en el crecimiento del hongo Malassezia, que reside de forma natural en nuestra piel, un desequilibrio que acelera la producción y eliminación de células cutáneas muertas, lo que resulta en una descamación visible. El crecimiento excesivo de este hongo podría deberse a muchas causas, como la edad, las hormonas, el estilo de vida, el estrés, los factores ambientales, problemas de salud subyacentes o productos de cuidado capilar inadecuados”.
A quién afecta la caspa
La caspa no discrimina y puede afectar a personas de todas las edades y tipos de cabello. Es un problema que puede surgir en cualquier momento de la vida, aunque tiende a ser más común en la adolescencia y en la adultez temprana. Sin embargo, nadie está exento de sufrir caspa, y algunos individuos pueden ser más propensos debido a factores genéticos.
Cómo combatir la caspa
Combatir la caspa suele ser un proceso relativamente sencillo. Aquí van algunos tips efectivos:
- Usa champús anticaspa: los champús diseñados específicamente para tratar la caspa suelen contener ingredientes activos como el piritionato de zinc, el ketoconazol o el sulfuro de selenio, que ayudan a reducir la producción de escamas y a aliviar la irritación del cuero cabelludo.
- Mantén una higiene adecuada: lava tu cabello regularmente con agua tibia y champú suave sin sulfatos. Evita el uso excesivo de productos para el cabello, ya que pueden empeorar la caspa. Te puede ayudar añadir a tu champú unas gotitas de aceite de árbol de té.
- Hidrata el cuero cabelludo: aplicar acondicionadores o aceites naturales en el cuero cabelludo puede ayudar a mantenerlo hidratado y prevenir la piel seca. La experta de Dalire recomienda especialmente el de coco.
- Evita el estrés: El estrés puede agravar la caspa, así que trata de encontrar formas de reducirlo en tu vida diaria.
- Cuida tu alimentación. Procura llevar una dieta baja en azúcares e hidratos de carbono puesto que “facilitan el crecimiento de levaduras en la piel”, matiza María García, de Dalire.
- Consulta a un dermatólogo: Si la caspa persiste o empeora a pesar de los tratamientos caseros, es importante que consultes a un dermatólogo. Puede ser un síntoma de una afección subyacente que requiera atención médica.