La historia de Anita Delgado no es nueva, pero de vez en cuando vuelve a aparecer la estela de su vida, un cuento de hadas de principios del siglo XIX que brilla como una joya.
Esta joven malagueña se convirtió en princesa de Kapurthala cuando se quedó prendado de ella Jagatjit Singh, el maharajá de Kapurthala, un hombre de 35 años que visitaba Madrid con motivo de la boda de Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battemberg.
En toda esta historia de amor tuvo mucho que ver la belleza de Anita Delgado, y Ramón María del Valle-Inclán. ¿Qué tendrá que ver el dramaturgo con el fastuoso cuento oriental que protagonizaron la joven malagueña y el maharajá? Si esta joven en lugar de ser española hubiera sido estadounidense, ya habrían hecho uno de estos biopics tan famosos que se hacen ahora ensalzando las cualidades de Freddy Mercuri, Elvis Presley, Ghandy o Elton John. Porque historia y bonita la tiene. De hecho, Penélope Cruz se hizo con los derechos de Pasión India, de Javier Moro aunque de momento no se ha hecho nada. ¡Qué bien le quedaría este papel!
Si ya el escritor Javier Moro escribió la historia de Anita Delgado en Pasión India, ahora la firma Aristocracy ha rememorado a la princesa india con una colección de joyas que bien podrían haber estado en el joyero de la maharaní. La colección Maharajá es una mezcla entre el lujo oriental y la sencillez de ahora. Toda la colección, diseñada por Ahinoa Álvarez, de edición limitada, es un cúmulo de contrastes creado para involucrar a todos nuestros sentidos con formas llenas de belleza y simbolismo.
¿Quién era Anita Delgado?
Vayamos por partes. Anita Delgado era una joven malagueña nacida en la última década del siglo XIX que vino a Madrid con toda su familia (padres y hermana) a principios del XX porque los negocios del padre no iban viento en popa. Así tenemos a una joven con 16 años y sin saber hacer nada de nada. Sin embargo, las hermanas tenían aspiraciones artísticas; fueron a una academia y aunque no eran unas virtuosas del cante ni la danza, sí se consideraban como unos bellezones de la época.
A pesar de que los padres no veían con buenos ojos que sus hijas se dedicaran al artisteo, no les quedó más remedio que claudicar cuando contrataron a las hermanas como teloneras en el teatro de variedades Central Kursaal. Allí actuaba gente de mucho fuste de la época, como Pastora Imperio y Mata-Hari. Bajo el nombre de Hermanas Camelia animaban el Kursaal entre pase y pase de las actuaciones. Aquel era un lugar donde se daban cita intelectuales, artistas… una mezcla de personajes entre los que se encontraban Ricardo Baroja (hermano de Pío), Julio Romero de Torres o Ramón del Valle-Inclán.
Jagatjit Singh, el maharajá de Kapurthala se enamora perdidamente de Anita Delgado
El 31 de mayo de 1906 se celebraba la boda de Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battenberg. Por esos días llegaban a la capital los invitados, entre los que se encontraba Jagatjit Singh, el maharajá de Kapurthala. Dicen que en la Puerta del Sol, él se bajaba de un carruaje y sus ojos se encontraron con los de Anita. Y dicen también que en aquel momento, cayó rendido a sus encantos.
Como el Kursaal era un sitio de moda, llevaron al marajá donde vio (no se sabe si por primera vez o el encuentro de la Puerta del Sol fue real) a Anita y se enamoró al momento de esa jovencita de 16 años. Pero hablamos de principios del siglo XIX y la jonra, como decía el padre de Anita, era muy importante. Total, que la malagueña dio calabazas a este señor tan importante. Su hermana Victoria, mientras tanto tonteaba con el pintor Leandro Oroz, uno de los asiduos del Kursaal.
El maharajá se fue de Madrid enseguida (hay que recordar que durante la boda del monarca se produjo un atentado contra la carroza real y que los invitados salieron a escape de Madrid). Jagatjit Singh se fue a París pero no se olvidaba de Anita. La correspondencia entre ellos fue abundante, pero ella le daba largas; no se iba a ir con el primero que apareciera. Y los padres estaban en total desacuerdo.
Valle-Inclán, el casamentero que ayudó a unir al marajá y a Anita Delgado
Parece ser que las cartas ablandaron el corazón de la malagueña. Una de ellas se la dio a Leandro Oroz, novio de su hermana para que la llevase a Correos, pero la pandilla del teatro de variedades, -entre la que se encontraba Valle-Inclán– abrió la carta y el dramaturgo corrigió un poco la misiva (una coma aquí, una frase allá…). De ser un mensaje vulgar pasó a ser una preciosa carta de amor ante la que el marajá cayó rendido. Y ella se dejó querer.
En 1907 dio el sí quiero en París en una ceremonia civil, dado que sus religiones eran distintas. Y en el país vecino comenzó a aprender cómo debía comportarse una futura maharajá. También supo que tenía otras 4 esposas. “El Rajá me explicó que, fruto de anteriores matrimonios, ha tenido cuatro hijos y una hija. Sus madres son las Ranís, cuatro mujeres con las que, desde que el Príncipe se enamoró de mí, no ha vuelto a tener relación alguna y que viven recluidas en el harén”, cuenta en su biografía oficial publicada por su sobrina Elisa Vázquez de Gey, su biógrafa, basada en todos los documentos y diarios que escribió Anita a lo largo de su vida.
En enero de 1908 se casó por el rito sij, en Kapurthala, donde se quedó a vivir junto al maharajá. Fue una boda de cuento. Unos meses después nació su hijo Maharajkumar Ajit Singh Bahadur.
Sin embargo, el matrimonio acabó divorciándose en 1925 y Anita regresó a Europa dejando India para siempre. Desde entonces vivió entre París, Málaga y Madrid, donde se la relacionó con varios personajes famosos como Juan Belmonte. Falleció en 1962 en la capital por un fallo cardiaco acompañada por su hijo.
¿Ha dejado herederos?
Se pensaba que no. Ajit no se casó nunca; parece ser que iba a hacerlo con una americana pero durante el viaje hacia Madrid el avión se estrelló y falleció. Sin embargo, años después se ha conocido que tuvo una relación con una libanesa. De ella nació en 1965 Maha Akhtar, una escritora y periodista estadounidense que ha sido hasta relaciones públicas del grupo musical De Cure. Ha escrito varias novelas, entre ellas La nieta de la maharaní y La princesa perdida. A principio de este siglo supo que era hija de Ajit y, por lo tanto nieta de Anita Delgado.
Así es brevemente la historia de Anita Delgado, una mujer que se saltó las normas de principios del siglo XIX y que bien podría ser la heroína de una película de amor, lujo, desamor y diferencias sociales.