Está en proyecto una nueva terapia con células CAR-T contra un determinado tipo de cáncer de mama, el HER2+, uno de los más agresivos y con peor pronóstico.
Empezará el año que viene y en el proyecto están involucrados 3 hospitales españoles, el Clinic-Idipaps de Barcelona, el 12 de Octubre de Madrid y la Clínica Universitaria de Navarra. En esta primera fase se irán probando diferentes dosis hasta llegar a la más precisa para luego continuar con el desarrollo clínico de la investigación.
Aunque aún es un proyecto en mantillas, ya hay datos preclínicos positivos. En estos momentos se está poniendo a punto la técnica de producción de la terapia con células CAR-T para poder fabricarla de manera personalizada y probarla en pacientes con cáncer de mama durante el próximo año.
La curación del cáncer de mama está dando pasos firmes; en realidad existen ya muchas terapias para multitud de cánceres y todas van dirigidas en una dirección: el tratamiento personalizado. Aunque se están dando pasos de gigante existen aún algunos tumores más reticentes a curarse y ahí es donde ataca la terapia con células CAR-T.
¿Qué es una terapia con células CAR-T?
La terapia con células CAR-T (también llamada linfocitos T con receptor de antígeno quimérico -CAR-T por sus siglas en inglés-) trata de modificar genéticamente estas células inmunes para proporcionarlas herramientas que sean capaces de reconocer y destruir de manera más eficaz las células tumorales.
Esta terapia es bastante reciente; su descubridor fue el doctor Carl June que buscaba un tratamiento para estimular el propio sistema inmune y poder curar a su esposa, enferma de cáncer. En 2010 el equipo de June empezó a tratar ya a varios pacientes con resultados asombrosos.
En tan sólo 13 años se ha pasado a una realidad bien fundamentada con muy buenos resultados en varios tipos de cánceres.
Terapia personalizada con células CAR-T para acabar con un cáncer de mama muy agresivo
El procedimiento de esta nueva terapia con células CAR-T contra el cáncer de mama consiste primero en analizar una muestra del tumor y extraer los linfocitos que poseen mayor capacidad para actuar contra las células cancerosas; luego se extrae sangre de la paciente y se reprograma genéticamente su sistema inmune en el laboratorio. A continuación, se congela hasta el momento de transfundir esos linfocitos. Se espera entonces que estos den en la diana del tumor y hagan su trabajo: eliminar las células cancerígenas.
Antes de este tratamiento la paciente se ha tenido que someter a quimioterapia. Y después del chute de células CAR-T contra ese cáncer de mama tiene que seguir con un tratamiento de citoquinas -pequeñas proteínas que controlan el crecimiento y la actividad de otras células del sistema inmunitario y las células sanguíneas- durante 14 días mientras se controlan los efectos secundarios del tratamiento.
Si todo funciona como se espera el año que viene se harán ya ensayos con pacientes.
Este tratamiento ya ha funcionado con leucemias y otros cánceres hematológicos con excelentes resultados.