En una de las Suco Sessions se baila, se ríe, se abraza, se está en el aquí y ahora y se pega uno un subidón de órdago. Eso sí: sin drogas de ningún tipo, sólo nuestra propia serotonina.

Hace 5 años, el profesor de yoga sudafricano Jamie Beron y creador de Suco Sessions se preguntó por qué había que meditar forzosamente en la postura del loto. Y no halló ninguna respuesta concluyente.

Luces de colores, música electrónica, éxtasis (natural), euforia… Una clase de Suco se parece mucho más a un after cualquiera de los buenos tiempos que a una sala de meditación. En las sesiones de Suco, los participantes, ataviados con unos auriculares por los que suena tanto el musicón como las directrices de Jamie Beron, reciben instrucciones que pueden ir desde ‘abraza al de al lado’ a ‘sé ridículo’, ‘detente y respira’ o ‘vuélvete loco’.

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La practica sigue siendo deportiva: las personas se mueven, realizan posturas de yoga, brincan… Y, a través de la alegría, alcanzan el Nirvana. “Es una meditación activa”, explica el creador de las Suco Sessions. “En una fiesta la gente quiere estar de subidón, y esta es una forma de conseguirlo, pero sin drogas de síntesis ni alcohol. Es más poderoso y accesible a todo el mundo”.

Las sesiones se suelen desarrollar en espacios al aire libre. Playas, parques, azoteas… La naturaleza y el sol acogen a unos participantes dancing or their own, seducidos por la voz y la música que oyen en su cabeza, como quien dice. En la coctelera se agitan disciplinas como el vinyasa yoga, el qi gong, la meditación y los ejercicios respiratorios en una fórmula que equilibra cuánto hay de silencio, cuánto de movimiento y cuándo hacer cada cosa.

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Beron dio con el hallazgo mediante su propia experiencia como profesor de yoga, maestro de zumba y DJ. “Unimos la sabiduría milenaria asiática y la ciencia actual para crear una práctica que ayude a que cada persona pueda trabajar su propia felicidad”, sostiene. “Es una práctica que estimula las hormonas de la felicidad y los neurotransmisores que ayudan a cambiar el estado de ánimo. Al poder expresarte de este modo se generan reacciones bioquímicas muy positivas en el cuerpo. Es una forma de meditación totalmente nueva”.

Las Suco Sessions son para todo el mundo que quiera pasar un buen rato y quitarle ‘hierro’ a la espiritualidad. Olvídate de nociones añejas: una sesión de meditación Suco se parece más a un festival que a un retiro monacal. No hay más ambición que pasarlo bien y estar presentes. Apetecible, ¿no?