¿Sabías que una esponja te ayuda a detectar un cáncer de mama? Se llama Palpa y es un dispositivo para la ducha que facilita la autoexploración del pecho para detectar anomalías o tumores.
Según los últimos datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2023 se diagnosticarán 35.001 nuevos casos de cáncer de mama. En 2020, se diagnosticaron a 2.261.419 personas con esta enfermedad, la mayoría mujeres. Cualquier avance que ayude a descubrir uno de estos procesos es clave para la curación.
Palpa te ayuda a diagnosticar un cáncer de mama. Se trata de una esponja que simula una mama con un tumor en su interior y estimula la memoria sensorial ayudando a las mujeres en su autoconocimiento a través de los mensajes que se dan al ducharse.
El objetivo de la compañía chilena Palpa Company -inventora de Palpa– que ha presentado esta esponja es convertir los autoexámenes en algo rutinario que formen parte de los hábitos de autocuidado de las mujeres. En la fase más temprana, el cáncer de mama tiene una tasa de supervivencia del 99%, pero si notamos un bultito y no le damos la importancia debida, el cáncer se disemina y la supervivencia se reduce.
Palpa facilita la autoexploración
Para ayudar a entrenar la técnica de examinarse en la ducha ha nacido Palpa, un dispositivo que funciona como una esponja que se rellena de gel de ducha y que en su interior tiene una simulación de un tumor maligno, duro e inamovible. A medida que la mujer palpa la anomalía, el gel es expulsado por la esponja y puede usarse para enjabonarse el cuerpo. De esta manera, se facilita el tacto para autoexaminarse en la ducha.
La esponja Palpa estimula la memoria sensorial, facilita el autoconocimiento y permite reconocer cómo son los bultos extraños que pueden aparecer en el pecho.
La historia que hay detrás de Palpa
Detrás de cada invento hay alguien y alguna historia que le ha llevado a esa idea. En este caso es Josefa Cortés, fundadora de Palpa. El proyecto nació en 2020 como una idea de diseño. Su motivación era ayudar a mujeres como Jovita, una mujer cercana a su familia que detectó una anomalía en su mama. Como otras muchas mujeres y por falta de información, le quitó importancia pensando que era una acumulación de grasa. Tres años más tarde le diagnosticaron un cáncer de mama en estadio IV y, debido a lo avanzado que estaba, le costó muy difícil superar.
La mayoría de las pruebas de detección de cáncer de mama se realizan a partir de los 40 años, pero las mujeres menores de esa edad no suelen hacerse una mamografía. Este desconocimiento sobre la enfermedad -a pesar de las campañas de concienciación- hace que muchos tumores no se detecten a tiempo. Por otro lado, muchas mujeres no suelen ir ni a revisión ginecológica ni a realizarse la mamografía y ni siquiera se hacen una autoexploración. En cambio, con los exámenes correspondientes, el 95% de las mujeres con un tumor en la mama podrían sobrevivir a la enfermedad. De hecho, muchas sobreviven afortunadamente.
Una ayuda contra el cáncer de mama
Palpa está posicionado ahora mismo como el único producto doméstico que facilita el autoexamen y permite que las mujeres entendamos cómo es la anomalía.
Detrás de Palpa y su ayuda para facilitar el cáncer de mama hay un equipo de 8 personas que han tenido algún vínculo con la enfermedad y que ahora se dedican a tareas de diseño, dirección de producto y de marca o a la administración para llevar el producto por todo el mundo.
Palpa es uno de los proyectos finalistas de la Fundación Mapfre.
Precio: 25 euros. De venta en la web de la empresa.