Ojito: las denostadas marcas del bikini amenazan con instalarse en el imaginario colectivo como tendencia de belleza.
Como las canas o las pecas, las marcas del bikini parecen vivir un momento de reivindicación. Que dure.
¡A favor!
Si buscas ‘tan lines’ en la sección de hashtags de Instagram encontrarás millones de publicaciones a mayor gloria de la carne, el sol, el destape y la marca solar. Aunque muchas personas prefieren evitar las marcas del bikini, y para ello acometen toda clase de estrategias dignas de admiración -especialmente cuando no se hace nudismo-, desde hace un par de veranos o tres, esas sutiles tiras blancas que recorren zonas erógenas se contemplan como algo bello, singular y, sobre todo, muy sexy. Y lo entiendo: viene a ser como ‘tatuar’ la lencería sobre el cuerpo. El trampantojo queda insinuante, especialmente si se trata de las marcas de la parte inferior.
No se le puede negar comodidad al asunto, además. Todo lo que sea dejar que la cosa fluya sin poner impedimentos da mucha relajación mental (y vital).
¿Marcas del bikini? No, gracias.
Quienes prefieren un bonito bronceado uniforme, pueden poner en práctica las siguientes ideas:
-Recurre a la nutricosmética o usa productos autobronceadores. Lo primero ayuda en general a conseguir y mantener el bronceado, lo segundo potencia el resultado (o lo recrea desde cero sin necesidad de tomar el sol).
–Cámbiate de bikini. Si no quieres practicar nudismo, que es la única forma de garantizar que no queda marca alguna, opta por bikinis de distintos diseños para evitar que las marcas se formen siempre en elmismo lugar.
–Extrema el cuidado de la piel. Hay que usar fotoprotección siempre, claro, pero también mantener la piel hidratada con cremas hidratantes, y exfoliar con regularidad para promover la regeneración celular.
–Masajéate la piel. Hazte masajes en las áreas donde las marcas del bikini son más evidentes. Esto ayuda a mejorar la circulación sanguínea y hace que la piel se recupere más rápidamente.