La cosmética adelanta que es una barbaridad y cada vez nos sorprende con nuevos tratamientos. En esta ocasión he probado una sesión facial de células madre de huevo en el centro Silvia Moreno Poom.
La cosmética coreana se pone a nuestra disposición en los centros Poom de Madrid y Marbella para potenciar la belleza natural y tratar diversos problemas de la piel, como signos de envejecimiento: arrugas, flacidez, falta de luminosidad; alteraciones de la pigmentación; pieles sensibles e hipersensibles, y acné o marcas de acné.
Para realizar este tratamiento con células madre de huevo han utilizado la marca coreana Ovaco, una firma que, aseguran proporciona unos resultados satisfactorios. La cosmética coreana, como habréis probado o leído, se ha presentado en el mundo como el nuevo totem de los tratamientos. Formulaciones buenas e ingredientes testados han hecho que esta cosmética esté arraigando en nuestra cultura. Comenzó con la triple limpieza y sigue avanzando.
Ya había probado la triple limpieza en Silvia Moreno Poom y ahora he avanzado con el tratamiento de células madre de huevo. Realmente no se trata de células madre reales y vivas porque, según Silvia Moreno “eso es imposible de introducir en un cosmético; se trata de moléculas bioactivas secretadas de un cultivo de células madre pluripotentes. De ese caldo de nutrientes se extraen los factores de crecimiento y, al ser extraídos de estas células madre, actúan de una manera muy similar en nuestra piel, aumentando la división celular y la creación de colágeno”.
El tratamiento de hora y media de duración es muy agradable y no se limita solo a la terapia facial sino que se extiende por el escote, brazos, espalda y cabeza.
La limpieza, el fundamento del tratamiento con células madre de huevo
Ana María, la facialista que se encarga de mí, comienza limpiando mi piel con la leche limpiadora de aroma muy suave Rose Water Cleansing Milk y eliminando un poco el exceso pero sin retirar del todo para que siga actuando. Continúa con el jabón de aceite de savia, también muy suave y que apenas hace espuma. Ana María masajea bien mi cara, sobre todo en la zona T que es la que más se ensucia para prevenir la aparición de puntos negros.
El peeling es el siguiente paso. Es un peeling con ácido láctico, glicólico y salicílico, poco concentrado, porque apenas siento picor en la piel. Me lo deja unos 10 minutos, y mientras tanto me realiza un masaje para estimular la circulación usando Power Activ Cream, que proporciona calor, y Boosting Cream. Esta última es una crema todoterreno que se usa tanto para cara como para cuerpo. Con la crema no solo masajea mi cara sino también el cuello y las cervicales.
El cabello también es un punto importante en este tratamiento
Mientras el peeling actúa, me aplica el tónico y serum capilar masajeando el cuero cabelludo. Es un serum de tratamiento para evitar su caída. Si os animáis a haceros este tratamiento, que ya os digo que es muy completo, sabed que una vez que termine lo mejor es volver a casa porque el pelo queda con menos volumen.
Toca el masaje de espalda y brazos con la Boosting Cream, un masaje super relajante de unos 10 o 15 minutos que deja la piel estupenda y muy hidratada. Al día siguiente seguía con la piel suave.
Toca hacer su trabajo a las células madres de huevo
El vial de células madre de huevo es el paso siguiente. Este es el producto estrella de la marca, reconocido en Cosmoprof -el mayor evento de la cosmética mundial- como uno de los mejores productos cosméticos de los últimos tiempos.
Según la marca coreana, su concentración de péptidos y factores de crecimiento es altísima, por lo que penetran en las capas más profundas de la piel aún sin necesidad de usar aparatología para favorecer la permeabilidad cutánea. Tanto sus ingredientes como su formulación hacen que sea un buen producto para tratar pieles envejecidas y con diversas alteraciones como sequedad crónica, psoriasis, dermatitis, eczemas o pieles atópicas.
Además de este vial, me aplica a toquecitos unas gotas de serum y, finalmente, la crema B.P. Cell Cream cuya función es la regeneración de la piel con el fin de combatir los efectos del envejecimiento.
Culmina esta parte del tratamiento con un velo para pieles maduras (como la mía). En este caso, el velo, que proporciona una sensación fresca y muy agradable, está totalmente personalizado según las necesidades del cliente. Mientras el velo hace su efecto, Ana María me aplica con un masaje una crema en brazos y manos.
Máscarilla antiedad y protector solar son los últimos pasos
La mascarilla antiedad con microcorrientes es el siguiente paso. Cuando Ana María me contó que me iba a aplicar este tipo de mascarilla no sabía lo que me iba a encontrar, pero realmente son eso, microcorrientes; notas pequeños pinchazos muy suaves sobre la piel. Estas microcorrientes aumentan la producción de colágeno y elastina, las principales proteínas de las fibras que aportan elasticidad a la piel.
La crema hidratante antiedad y revitalizante CAOA Moisturizar es casi el final. Después me aplican aceite de backuchiol, también llamado “retinol vegano”, que destaca por su poder antioxidante y que tolera muy bien todo tipo de pieles.
Ahora sí se pone el punto final con el protector solar Whitening Tone Up que además de proteger del sol tiene ingredientes reparadores y antiedad.
Precio: 90 euros.