Este año, M · A · C bucea en las profundidades de las redes sociales para detectar las tendencias de maquillaje más destacadas.

M · A · C se ha basado en los datos que los usuarios van depositando aquí y allá para dirimir cuáles serán las tendencias de maquillaje de otoño-invierno. Seguro que te suenan.

Una de las cosas que más me gustan de M · A · C, en lo puramente conceptual, es que refleja con mucho desparpajo lo que hay de audaz en la sociedad. Esta vez más que nunca: la marca ha incorporado un departamento de ‘cazatendencias’ (por así decir) para dilucidar, con acierto seguro, qué diablos se anda poniendo en el careto la gente del segundo milenio, con todo su genderfluid, su conciencia medioambiental y su deseo de revolución. Se dividen en tres segmentos clave: labios, piel y ojos.

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Esta boca es mía

#boldlip, la tendencia en labios que bebe directamente de la sagrada teta de los años 90 y que reconoce la intensidad como ‘deidad’ plausible. Subamos el volumen todo lo que podamos, especialmente en el tono naranja y sus derivados mandarina o pomelo, la tendencia más ardiente para este otoño según el análisis de M · A · C.

#icylips, o lo que es lo mismo, ultra brillante, desvela la inquietud de nuestros congéneres coreanos, donde despunta con fuerza esta tendencia, por unos labios ahumados y bien rellenos de gloss, aceite, vaselina… cualquier cosa que resplandezca.

#90sfrost, de nuevo en los 90, nos habla del renovado gusto por el perfilador y los rellenos en tonos nacarados.

En #bowlips seguimos jugando con el perfilado noventero, esta vez como único gesto.

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La piel que habito

La tendencia #steamskin explora la humedad de la piel. Un poco a lo #dolphinskin, pero con extensión a todo el cuerpo. Esta tendencia ‘obliga’ a profundizar en el cuidado de la piel y a realizar rutinas de muchos pasos. ¿El fin del mate? No: el mate se reinventa, como descubrimos en la tendencia #sheermatte, el acabado que busca un efecto matificado vivo, regido por el control del brillo en zonas clave, respetando el brillo de las zonas en las que se aplica el iluminador. ¡Lo mejor de los dos mundos!

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Abre los ojos

#cromelighting fusiona sin reparo alguno maquillaje metálico con gloss. La belleza ‘editorial’ da el salto del papel a la calle. ¿Por qué no iba a valer la misma imagen para crear un look aspiracional… y de diario?

#misplacedmetals evoca el arte y reconduce el color en favor del gusto personal, no de normas no escritas (o más bien escritas en tablas de piedra) ni de estereotipos.

¿Una sorpresa? El detector de tendencias de M · A · C arroja la ceja fina como tendencia con la que acabar 2022. Que dios (nos) pille confesadas a las adictas a la micropigmentación.