Ya conoces las tendencias y ahora te contaremos cómo aplicar cada uno de los productos para conseguir un maquillaje impecable con un sencillo paso a paso experto. Tan fresco como la imagen de Les Beiges que propone Chanel para este verano.
Hacer magia con los pinceles, como hace la maquilladora Cristina Lobato, necesita técnica y seguir el orden correcto. Por eso, no podemos conseguir un maquillaje impecable sin saber cuál es el mejor método para aplicar el corrector, la base o la barra de labios. Primero va una cosa y luego, otra. Maquillarse bien requiere su técnica y con cuatro brochazos no vas a lograr que funcione el conjunto.
“Todos los productos que voy a recomendar son necesarios y no pueden ser sustituidos por otros”, afirma la maquilladora Cristina Lobato, experta en las últimas tendencias de maquillaje y que realiza cursos de formación, tanto para particulares como para profesionales del sector de la belleza. El primer paso es siempre la limpieza de la piel. Con ella conseguimos que esté oxigenada y descongestionada, con el poro libre de impurezas, suciedad y libre de grasa. Este primer paso es clave para que después los demás productos funcionen al 100% y puedan penetrar donde tienen que hacerlo.
Hoy es el primer día del resto de tu vida para conseguir un maquillaje impecable. No siempre vas a tener a una maquilladora para decirte paso a paso cómo empezar, cómo continuar y cómo dar el broche de oro a tu look.
La limpiadora, primero. Elige el producto dependiendo de tu tipo de piel. No te saltes el tónico. “La aplicación del tónico es el paso más importante para mantener una piel sana y equilibrada. El tónico ayuda a reequilibrar el pH de la piel y a fortalecer esa barrera protectora. Si tienes un desequilibrio constante en el pH estás abriendo la puerta a bacterias y se pueden crear muchas afecciones cutáneas”, explica la maquilladora.
Llega el momento del sérum, uno de los cosméticos que ha creado un antes y un después en la rutina de cuidado facial. Se continúa por el contorno de ojos para nutrir esa zona tan sensible y el bálsamo labial. Tus ojos y tus labios estarán listos para maquillarlos.
Terminamos esta primera parte con la crema hidratante para conseguir un maquillaje impecable. Con este ritual conseguiremos equilibrar la piel para que los pigmentos de color queden luego lo más uniforme posible.
Empezamos a dar color en el rostro
El corrector es el primer paso tras dejar la piel como la patena. Con él se corrigen las alteraciones de color en la piel producidas por manchas de sol, granitos u ojeras. Se aplica antes de la base de maquillaje para cubrir las manchitas que tengas en el piel y que así no se vean los contrastes de color. Aplícalo en pequeñas cantidades y con la yema de los dedos para que se funda a la perfección con tu piel.
Si tu punto flaco son las ojeras, cúbrelas dependiendo de la intensidad o tonalidad de la misma.
Las bases, fundamentales para un maquillaje impecable
Si no quieres parecer una máscara de carnaval, tienes que buscar un tono de base de maquillaje lo más parecido al tono o subtono de piel.
Cristina Lobato nos indica que existen 3 subtonos: frío, cálido y neutro.
Las pieles que se enrojecen con facilidad, reactivas o sensibles al sol pertenecen al subtono frío. Son pieles finas, claritas y rosadas. Las bases de maquillaje adecuadas para este tipo de piel son de subtono rosa.
Necesitan una base de subtono cálido las pieles con pigmentaciones amarillentas o doradas. La inmensa mayoría de las españolas entran dentro de esta clasificación ya que tienden a ser más cálidas. Las bases de maquillaje adecuadas para este tipo de piel son de subtono amarillo.
Y las pieles que precisan un subtono neutro son las que pueden presentar zonas con diferentes pigmentaciones. Son pieles más beige. Las bases de maquillaje adecuadas para este tipo de piel son de subtono beige.
Si no estás muy segura de cuál es tu subtono, pregunta a quién esté al frente de alguna marca: te dirá qué base es la que mejor se adecúa a ti.
Iluminadores donde lo necesites
Ilumina tu rostro con correctores de baja cobertura o con iluminadores correctores. Se aplican en la zona alta del pómulo hacia la sien, la nariz y barbilla. Puedes elegir entre iluminadores fluidos o en polvo; los fluidos son algo más hidratantes y de cobertura ligera y traslúcida. Los que son en polvo suelen ser algo más brillantes que los fluidos porque tienen mayor concentración de pigmento.
La maquilladora recomienda utilizarlos durante las horas de menos luz solar o en entornos con luces más cálidas.
En cuanto a los tonos, para las pieles más cálidas Cristina Lobato recomienda los tonos más bronces o con matices más dorados. Y para pieles más frías/pálidas, además de los tonos ligeramente dorados, también pueden optar por tonos más rosados.
Finaliza con polvos para sellar toda la base y alargar la duración del maquillaje. Matiza también zonas conflictivas, como la zona T.
No hay maquillaje impecable sin darle luz a tus ojos
Los ojos son una zona con la que puedes jugar mucho. Pero antes de empezar, aplica una prebase para alargar la duración de las sombras y potenciar el color. Maquilla con sombras de ojos a tu gusto.
El punto y final del maquillaje de ojos es la máscara de pestañas
Después de aplicar las sombras, pon la máscara de pestañas y maquilla las cejas. Si no te gusta la ceja maquillada, límpiala con un bastoncillo y agua micelar por si han quedado restos de base de maquillaje.
Da un toque de color a tu tez para maquillaje impecable
Para evitar efectos indeseados a la hora de aplicar los polvos de sol, elige un tono o dos como máximo por encima del tono de tu propia piel.
Si tu piel es muy blanquita, la mejor opción son los polvos satinados ultraligeros con tonos ligeramente rosados o melocotón. Para pieles medias/oscuras puedes utilizar mates o irisados.
Si, además de broncear, buscas aprovechar el aporte de color para realizar la técnica de contorneado, la maquilladora recomiendo aplicar el polvo gradualmente desde las sienes, pasando por la parte alta de los pómulos en forma diagonal y en la zona de la mandíbula desde su comienzo hasta la barbilla.
Pero si lo que deseas es simular un bronceado natural, aplica el polvo en las zonas que de forma natural cogen más color cuando nos exponemos al sol. Comienza en el centro de la frente, entre arco de ceja y ceja, la zona de las mejillas hacia la oreja de forma sutil y en línea recta, la barbilla, el cuello y por último la zona central del escote.
Los labios, siempre lo último
Si has seguido las instrucciones paso a paso que ha dado Cristina Lobato, tendrás tus labios listos para darles color. Puedes elegir un primer para suavizarlos y prolongar la duración del color. Y si tienes líneas de expresión o los contornos no están muy definidos, el primer va a evitar que el color se mueva.
Sigue estos pasos y cuéntanos cómo te ha ido. ¿Te animas?