La plata se incluye en las fórmulas cosméticas por su capacidad de tratar con eficacia el acné
Da rienda suelta a tu lado ‘urraca’ y busca el metálico brillo de la plata si tienes problemas de acné o te preocupan las arrugas
Sin ser tan codiciada como el oro, cuya fiebre se extiende también a la cosmética luxury destinada a mejorar la luminosidad, la plata ocupa un honroso espacio en el podio de compradoras de ‘recetas’ infalibles para mejorar la piel.
Y, aunque en una cubertería de bodas pueda gustar la plata maciza, en cosmética se emplea el noble metal con la debida mesura para no rebasar los niveles de toxicidad. No encontrarás plata, por ejemplo, en productos bucales o para la salud ocular. Pero sí en cremas con visos de hacerte juego en tu ‘lucha’ contra los granitos, las impurezas y las líneas de expresión y arrugas.
No terminan aquí sus bondades…
Lo primero que todo, las gafas de leer letra pequeña. En el INCI la encontrarás como Silver Citrate, y lo normal es que forme parte de la cosmética antiacné y antimicrobiana, cualidades que cumple con esmero puesto que arrastra las bacterias y con ello reduce la aparición del acné.
Además, se trata de un agente antiinflamatorio, antifúngico (ideal para los pies y otras cavidades en las que se genera humedad), antiviral y antitumoral. La plata ayuda a regenerar la piel y curar las microheridas, lo que redunda en una piel más lisa y protegida.
¿Desventajas? Existe un riesgo hipotético de producir dermatitis de contacto en pieles sensibles, además de alergias. Además, se trata de un activo de manejo difícil en laboratorio porque se oxida con facilidad.
Como en todo, existen calidades más seguras y eficaces. La plata coloidal o iónica es el aditivo más empleado en cosmética. Y si te lo estás preguntando, ¡sí! Es fetén para tratar las líneas finas y las arrugas.