Mario Vaquerizo, actor, cantante, colaborador de televisión, representante artístico y celebrity se ha despedido de sus gafas tras una cirugía para eliminar la miopía y la presbicia que padecía.
La clínica Baviera ha sido el centro elegido por el cantante para despedirse para siempre de sus lentes. “Es magia -dice-; en unos minutos soy otro. Y tras la operación me encontré sorprendentemente bien”. Mario padecía miopía desde que tenía 15 años y desde hace un tiempo también tenía presbicia.
El método para eliminar tanto la miopía como la presbicia se ha realizado mediante la técnica Lastik, que se realiza en unos 20 minutos en ambos ojos y que permite al paciente recuperarse en un tiempo récord sin ninguna molestia e incorporándose a su vida normal de inmediato. Explica Mario Vaquerizo a Belleza Pura que llevaba 3 años viviendo con incomodidad. “Yo era miope y estaba acostumbrado a no ver de lejos, pero ya daba por hecho que no iba a ver de lejos nunca, pero el problema es que con 43 años tampoco veía de cerca. Ya no veo”, explica.
No se lo pensó más porque Mario Vaquerizo que tiene una vida muy ajetreada no quería perder más el tiempo. Y hace unos días convocó, junto a la Clínica Baviera, a la prensa para contar su experiencia.
Ataviado con un traje de terciopelo negro, melena canosa y los ojos muy pintados se presentó feliz para contar lo bien que veía desde que se operó el 20 de enero y la tranquilidad que le dio el doctor Javaloy, director médico de la Clínica de Madrid.
“El doctor Javaloy lo primero que me dijo era que había que hacer pruebas porque mis ojos a lo mejor no eran operables, pero todo fue bien, que es una técnica poco agresiva”, prosigue Vaquerizo.
El truco para operar a Mario Vaquerizo de miopía y presbicia
En principio las intervenciones con láser están pensadas para personas que no tienen vista cansada (presbicia). Utilizar el láser cuando se padecen miopía y presbicia es un truco. “Nosotros hacemos una técnica que se llama visión combinada: un ojo lo operamos para visión cercana y otro para visión lejana. Pero como utilizamos los dos ojos a la vez, en visión binocular, se puede ver tanto de lejos como de cerca. Lo que hacemos es personalizar en cada paciente nuestra técnica. A otras personas les ponemos lentes intraoculares progresivas de manera definitiva”, explica el doctor Javaloy.
Lo importante es saber que cada persona tiene su indicación y se puede corregir tanto la miopía como el astigmatismo, la hipermetropía y la vista cansada. “Entre el 90 y el 95% de los pacientes tienen solución empleando la técnica adecuada”, afirma el doctor Javaloy.
El postoperatorio es tremendamente cómodo porque sí que se recomienda que ese día descanse por la tarde, pero al día siguiente, el paciente puede hacer su vida normal, trabajar o incluso hacer ejercicio, como lo hizo en su día el patinador Javier Fernández, que también dejó las gafas y las lentillas.
Las enfermedades oculares activas desaconsejan la cirugía, como por ejemplo, desprendimiento de retina, glaucoma o personas con córneas excepcionalmente finas, pero al final el secreto es personalizar la cirugía, porque “cada paciente necesita un tipo de cirugía concreto”, finaliza el doctor Javaloy.
Me tenía que haber operado antes, dice Mario Vaquerizo. Esto es magia
Reconoce Mario Vaquerizo que tenía que haberse operado antes y que para su profesión llevar gafas es un rollo.
“Al día siguiente cuando salí de la clínica con Olvido y fui andando hasta la plaza de Colón yo veía muy bien, aunque me habían dilatado la pupila. Veía nítido y eso, para los que no hemos visto… Cuando te levantas por la mañana de la cama no tienes que andar buscando las gafas. Además esto es un avance. La medicina es un avance. Yo siempre avanzando. Y ponerme en manos de buenos profesionales”.
El único tratamiento que tiene que hacer es ponerse unas gotitas para que no se reseque el ojo. Tras la cirugía ya le han hecho un par de revisiones y le queda aún otra.
Feliz y contento dejamos al cantante y representante de artistas y viendo de maravilla. Mario estaba encantado durante el acto y nos regaló además un montón de poses (tengo que poner en práctica su táctica: ponerse delante del espejo y moverse hasta que se ve que sale bien en las fotos).