Lo inventaron los etruscos y lo usaron griegos y romanos. Se utilizó durante siglos hasta caer en desuso durante la Edad Media. Ahora un emprendedor español lo relanza. Eutori es un curioso instrumento que limpia y seca la piel. Sin jabón y sin toalla.

Eutori es una herramienta realizada con una aleación de metales. Tiene forma alargada y ergonómica. Está pensado para limpiar el cuerpo sin jabón en la ducha. Hace una ligera exfoliación. También tonifica los músculos, porque en su uso se hace un ligero masaje. Por último, seca la piel y elimina la cal y otros minerales. 

Detrás de este curioso utensilio para el cuidado de la piel está el emprendedor español Carmelo Heras. Apasionado del mundo clásico, descubrió el instrumento original, llamado strigil. Y decidió rescatarlo de su olvido histórico. Si Aristóteles lo usaba a diario, aquello prometía. En el proyecto para relanzar este artilugio para el cuidado de la piel han participado expertos de la Universidad de Zaragoza.

Secar El Cuerpo

Cómo se utiliza Eutori

Es muy sencillo. Simplemente se desliza sobre la piel ejerciendo una ligera presión. Bajo el agua, permite prescindir del gel y del jabón, porque por sí solo arrastra la suciedad. Hace un ligero peeling, eliminando células muertas y residuos.

Al terminar la ducha, Eutori sirve también para retirar el agua (aproximadamente el 95 %). Hay que deslizarlo sobre la piel en posición perpendicular y sin apretar demasiado.

Heras subraya que por todo ello este instrumento es más sostenible. Con el menor uso de jabones y geles, es respetuoso con el equilibrio de la piel. Pero también ayuda a reducir el vertido de fosfatos, tensoactivos y otras sustancias perjudiciales para la flora y fauna acuáticas y que se asocia al uso de detergentes.

Además, al disminuir el uso de la toalla, también se ahorra agua y jabón/gel.

La historia

Heras es un profesional del mundo de la alimentación. Nada que ver con la industria de la belleza. Pero su pasión por el mundo clásico le descubrió hace muchos años este utensilio. “Es un instrumento relativamente conocido. Hay dibujos, estatuas, grabados en vasijas e incluso varios ejemplares en museos y colecciones particulares. A mí siempre me había llamado la atención pero lo relacionaba más con atletas y gladiadores. También pensaba que era demasiado agresivo para la piel, una especie de exfoliador a lo bruto. De hecho, al buscar información en internet, la mayoría de artículos se refiere al strigil como rascador”, explica a Belleza Pura.

Pero un día, hace aproximadamente dos años, Heras encontró un revelador artículo. Además de desvelar su origen etrusco, explicaba cuál era su uso exacto. Resultó que lo utilizaban a diario hombres y mujeres. De todas las clases sociales, incluso esclavos. “Eso no cuadraba con algo que aparentemente dejaba la piel en carne viva. Así que decidí profundizar un poco más y descubrí, por ejemplo, que Aristóteles era muy fan del strigil”, añade.

Consiguió localizar dos reproducciones de museo que se podían comprar por internet.Una era muy bonita pero poco práctica. Pero la otra fue un hallazgo. La localicé en Inglaterra y la vendían como material didáctico para estudiantes. No servían a España pero al final logré que me enviaran un ejemplar. Aunque era difícil de manejar, posiblemente porque en su día el original tenía un mango de madera que con el tiempo se deshizo, hacía correctamente su función”, relata Heras.

Eutori

El proyecto

Aquello puso la semilla que le llevó a crear Eutori. Para el desarrollo contó con Rubén Rebollar e Iván Lidón. Ambos son profesores del Departamento de Ingeniería de Diseño y Fabricación, Área de Proyectos de Ingeniería de la Escuela de Ingeniería de Zaragoza. Estudiaron puntos de mejora, hicieron prototipos y los probaron. Consultaron con dermatólogos y pulieron el diseño para hacerlo más moderno y ergonómico. Heras decidió prescindir del nombre original. Strigil era complicado y lo rebautizó como Eutori (eu es bueno en griego y tori procede del japonés y significa pájaro, en alusión a la forma del instrumento). Y por fin lo puso a la venta online.

He probado Eutori y esta es mi experiencia

Antes de escribir este post, he probado Eutori para poder contaros la experiencia en primera persona. He de confesar que me quedé sorprendida. En mi caso, lo utilicé para secar y descubrí que es de uso fácil. Es agradable, con un efecto ligeramente exfoliante y ¡seca de verdad! 

Entre los contras, hay que utilizar igualmente la toalla para hacer un repaso. Hay determinadas zonas del cuerpo a las que se accede peor o no se accede directamente, (espalda, zonas íntimas, espacios interdigitales). Otra pequeña pega es que lleva más tiempo secarse con él que con una toalla. Esto es un poco disuasorio cuando uno va con prisa a primera hora (o es friolero en invierno). Aunque esto seguramente se resuelve con la práctica. Por lo demás, es un producto original y realmente desconocido en el mundo de los cuidados de la belleza y la salud de la piel. Aunque ya lo usara Aristóteles y nosotros no lo supiéramos.