Smiley celebra sus 50 años de buen rollo junto a 50 marcas. Resístete si puedes.
Todos tenemos nuestro lado oscuro, pero en casa del señor Smiley las dos caras de la moneda son el mismo esquema sonriente. Suficiente para inspirar, a su vez, el deseo de sonreír y ser hasta 50 veces más ‘happy’.
El logo original de Smiley nació en 1963 en el seno de una empresa de seguros de vida de Massachussets que adquirió una empresa de seguros de vida de Ohio. Entendamos que la cuestión ya era ‘delicada’ para muchos mortales, por aquello de andar gestionando qué pasará cuando vayamos al más allá. Por si este jugar con la parca fuera baladí, la fusión supuso un movimiento en las placas tectónicas vitales de muchos trabajadores, y la depresión campó a sus anchas en la nueva y reforzada gran compañía de seguros de vida de Massachussets-Ohio.
Sabedores de que el ‘mood’ es vital para convencer a un contemporáneo de pensar en su propia muerte, en la dirección se gestó la gran idea de crear una campaña de comunicación interna para animar al personal y, de paso, recordar a los empleados que siempre hay un motivo para sonreír a la clientela y a los mandamases, por mal dadas que vengan las cosas. Los tiempos del Fordismo, ya saben ustedes.
Sea como fuere, el logo caló y se viralizó como las cucarachas. Gracias a su diseño tremendamente fácil de copiar y a su mensaje de comprensión inmediata, el Smiley se popularizó en todo el mundo en los 70 y fue uno de los principales símbolos de la escena rave de los 80, cuando los jóvenes chorreaban éxtasis por las orejas y la inocencia (la química y la sanitaria antes del Sida) fue la bandera común de toda una generación.
Hoy, la marca Smiley celebra su 50 aniversario en pleno hype de su icono estrella. Como en su origen, el logo sonríe ante la adversidad en 50 preciosas colaboraciones con distintas marcas. Un cebo ineludible para coleccionistas, en forma de moda, accesorios y gadgets tan irresistibles como la sonrisa de un niño.
Y, ¿de quién estamos hablando? Raf Simons, Palm Angels, Moschino, Lee Jean, Reebok, Eastpak, Havaianas, Casetify, Seletti, Happy Socks, Karl Lagerfeld, Alice + Olivia… ¡E incluso Carolina Herrera, que ha hecho un vestidazo para la ocasión!
Sarah Andelman, cofundadora de Colette, ha sido la elegida por Smiley para hacer el casting de marcas dignas de enarbolar la sonrisa más conocida de todos los tiempos (con el permiso de Doña Gioconda). La idea era que cada marca encapsulara el estilo de vida que refleja Smiley y lo lanzara al mundo en alguno de sus patrones o diseños más icónicos.
La colección se exhibirá y venderá como parte de las adquisiciones de Smiley en algunas de las tiendas y cadenas más influyentes del mundo. Galeries Lafayette (todo el mundo), Nordstrom Special Project (Estados Unidos), Hanhwa Galleria (Corea), Aizel (Moscú), Palacio del Hierro (México), Cidade Jardim (Brasil), Urban Outfitters (Europa).