La conjunción de sabor, textura y altos valores nutricionales en el mismo roscón se antoja una quimera. ¿Existe el roscón de Reyes sano?
Tras el tradicional desfile navideño de viandas y líquidos altos en calorías, llega la traca final del Roscón. Nos ponemos en manos en la masa para encontrar una receta de roscón de Reyes sano.
Tanto si eres diabético como si te encuentras controlando la dieta, como si ‘te cuidas’ en general o como si ya no puedes comer ni un bigote de gamba más, pero tienes una cita de compromiso el día de Reyes… este post es para ti.
Se acerca el día de Reyes y, con él, una importantísima toma de decisiones. ¿Roscón de Reyes a tope de harinas refinadas y azúcares, o roscón con aspiraciones ‘saludables’?
Apostar por el primer caso es, sin duda, ponerse del lado de la Liturgia. Del rito cultural por antonomasia. De la mitología de ese día tan especial marcado por la ilusión, la magia y el chocolate de la abuela. De la familia polarizada en el debate sobre el roscón relleno o normal. Del empacho y del casi inevitable impacto en la báscula que sabe a éxito (y a azahar).
Celebrar la fiesta con un roscón de Reyes sano, hay que tenerlo en cuenta, no va a ser lo mismo del todo en cuanto a tradición, pero eh, tendrá menos consecuencias digestivas. Como siempre, ponte la manita sobre el corazón (y el estómago) y valora qué prefieres, si salto al vacío con red o sin ella.
En pastelerías como Celicioso puedes encontrar roscones para toda clase de adversidades: sin gluten, sin azúcar, sin fruta escarchada, sin harinas refinadas, sin lactosa… En Nutrytec encontrarás, además, roscones proteicos sin azúcares añadidos y bajos en grasa de fabricación artesanal.
Si te animas a hacerlo tú, además de contar con mi admiración eterna, es recomendable incluir los siguientes ingredientes:
-Harina integral, con más fibra y vitaminas que la refinada.
-Mezcla de avena integral y almendras molidas para reducir la cantidad de harina.
-Dátiles o plátanos maduros en lugar de azúcar (además aportan textura al asunto). También puedes usar Stevia o sirope de agave, el endulzante con menor índice glucémico.
-Mejor mantequilla que aceite de palma u otra grasa vegetal. Puede ser ‘light’, que es una versión con menos grasa.
-Claras de huevo y sólo una yema.