Quienes sufrimos en silencio el ‘dramón’ de tener un pelo fino podemos subir el volumen (de nuestro mermado cabello) recurriendo a algunos trucos de experto.
Pongamos las cosas claras. Con el pelo fino se nace, se crece, se reproduce y se muere. De hecho, lo habitual es que se vaya afinando más con el paso del tiempo y los vaivenes hormonales.
Además, este tipo de cabello suele ser más frágil y quebradizo, por lo que las melenas largas estilo Rapunzel no son lo que se dice fáciles de conseguir. ¡Ni siquiera recomendables para lucir pelazo, en este caso!
Adaptarse a lo que nos ha tocado en suerte es siempre la mejor estrategia ‘zen’ para hallar nuestro espacio en el universo y un saludable equilibrio mental. No te lamentes, hay muchos trucos para subir ópticamente (y de forma estructural) el volumen a tu pelo finolis. Nos lo cuentan los expertos en la materia.
Encontrar el corte adecuado, ese corte que enmarca a la perfección cada óvalo facial de paso que se potencia la textura y tipología de cada pelo, es una de las metas en la vida de toda persona normalmente constituida (¿a que sí?). También es uno de los mejores trucos para apañar el pelo fino. Según Paul Tudor, director del salón David Künzle Fuencarral (Madrid), “en primer lugar hay que analizar bien el cabello. Si es extremadamente fino, graso, ondulado, liso… En este último caso, lo mejor son las capas, que darán más cuerpo y por tanto más volumen. Es importante mantener las puntas saneadas y dar una forma recta y cuadrada a la parte de abajo para conseguir un efecto de más cantidad”.
Diana Daureo, directora del coqueto salón que lleva su nombre en la calle General Pardiñas (Madrid), abunda en la materia: “no se tienen que ver escalones en el cabello, pero sí generar movimiento. Para ello, nos ayudaremos siempre de producto, sobre todo de styling, desde un spray para elevar raíces, a una fijación en crema o spray para dar más textura”.
El lavado es uno de los aliados del pelo fino. La grasa en la raíz no ayuda a que se vea más suelto y ‘esponjoso’, de modo que elige bien los productos (el mercado ofrece muchas fórmulas específicas para pelos finos) y pon tu energía en evitar la rotura del cabello “utilizando siempre un acondicionador de medios a puntas”, como nos recuerda Diana Daureo, y “desenredando el cabello cuando esté seco”, según matiza Paul Tudor.
Ojo: si tu pelo te aguanta la mecha, tanto estas como los reflejos contribuyen a crear el trampantojo cósmico que estamos buscando. “Si aclaras las puntas ligeramente”, nos cuenta Paul Tudor, “conseguirás un efecto de densidad en el cabello. En cambio, si combinas reflejos oscuros y claros, crearás sensación de movimiento y luminosidad”.
En cuanto a la nutrición y refuerzo básico del cabello, esencial “aportar una buena hidratación con tratamientos nutritivos a base de proteínas y aminoácidos”, concluye Diana Daureo.
¿Quieres una ayuda extra? Dirijamos la mirada a la medicina estética. Tanto las inyecciones de mesoterapia capilar como las de plasma (ya sabes, la fracción plaquetaria que se consigue al filtrar una muestra de tu propia sangre) nutren el cuero cabelludo ‘por dentro’ y favorecen un crecimiento más robusto del pelo desde el folículo piloso.
Puedes probar el sistema que te recomienden en clínicas capilares como Insparya (Madrid).