No conocía la marca Sofia Bertrand, pero adoro la cosmética sensorial de autor, y tenía que probarla. El éxito de una crema no sólo está en la eficacia de su formulación, la fragancia y la textura también son muy importantes. En este caso ha sido un verdadero placer, entre sensorial, neurosensorial y ultrasensorial.
He probado la crema 842 Rose Quartz Body Cream de Sofia Bertrand y os cuento mi análisis cosmético sensorial. A destacar su perfume a yerba recién cortada y el tacto liso que deja tras la aplicación, al que se suma el efecto luminoso del cuarzo rosa.
Al comprar una crema lo primero que hacemos es un análisis sensorial inmediato y lo que percibimos es lo que nos hace decidirnos por esa o por otra. Sobre todo porque en ese momento no podemos evaluar si realmente desarrollará el efecto anticelulítico o quemagrasa que figura en las indicaciones del prospecto. Aunque sus efectos siempre estén en nuestro punto de mira inicial, pero siempre se observan a largo plazo.
¿Sabías que toda las cremas pasan un test obligatorio de cosmética sensorial?
Para mí una buena percepción sensorial es fundamental para tomar la decisión de comprar y aplicar cualquier cosmético con agrado. Llega el momento de sentir ese disfrute cosmético que percibimos al tacto cuando masajeamos la crema sobre la cara o el cuerpo. De hecho todas las cremas que salen al mercado pasan por un análisis sensorial obligatorio donde se contemplan todos esos detalles de calidad y cualidad.
Existe un método de evaluación sensorial desarrollado por la norma ISO con una guía general para realizar el análisis sensorial de todos los cosméticos que se ponen a la venta. Aunque haya jueces especializados y muchos test de prueba previos, al final el gusto personal es definitivo. El desarrollo y la intensidad de su aroma nos pueden enamorar o todo lo contrario. Por encima de la fórmula están las cualidades viscoelásticas de una crema, su textura y su capacidad de adherencia, elasticidad y estirabilidad.
El perfume es una de las claves de la cosmética sensorial de Sofia Bertrand
Tiene una fragancia fresca, verde, moderada y natural, como a yerba recién cortada. En su justa medida, nada intenso, justo lo suficiente para despertar los sentidos y potenciar sus virtudes invisibles de aromaterapia. Sin invadir el territorio de tu perfume, respeta ese suave equilibrio.
“El aroma se creó a conciencia , pero no para oler a yerba”, explica Ignacio Bertrand. “El perfume de la 842 es uno de los más trabajados de nuestras cremas. Permitimos que el perfume creado para la crema – a base de flores tropicales, jengibre de Awapuhi, plátano verde virgen y hojas de palma-, se uniese el olor de activos como la cafeína y el glutation. Esta unión generó ese aroma único”. Pero curiosamente, la hierba recién cortada a la que recuerda, no está presente ni en la creación del perfume ni en la formulación de la crema.
842 Rose Quartz Body Cream de Sofia Bertrand.
Es una crema hidratante, reafirmante y remodelante para el cuerpo que es un placer desde el momento de la aplicación. Otra de sus ventajas organolépticas es que viste la piel. Gracias al cuarzo que contiene, deja en el cuerpo un acabado luminoso y satinado, listo para llevar con cualquier de tus outfits. Perfecta para salir a la calle o para disfrutar de su sensorialidad tras un baño en casa.
Su formulación es muy concentrada en ingredientes y extractos naturales de acción lipolítica y diurética. Lleva cafeína, jengibre amargo, capsaicina (extracto de guindilla) y brassica alba (mostaza picante). Se aplica mediante un automasaje enérgico de pies a cabeza para facilitar la acción de sus principios activos. Ayuda a acelerar el metabolismo de la grasa localizada y facilita el drenaje corporal del agua y las toxinas retenida. A largo plazo, activa la microcirculación y mejora la función vascular.
Precio: 75 euros. Disponible en salones de belleza y tiendas online.