El poder terapéutico de las piedras preciosas y semipreciosas sobre la piel ha sido documentado en prácticamente todos los tratados de medicina holística, desde el Ayurveda al chino, el egipcio, el griego, el romano los nativos americanos Hopi e incluso los textos bíblicos del Antiguo Testamento.
Según demuestran algunos estudios científicos, las piedras preciosas y los minerales ejercen cambios celulares en la piel cuando se incorporan en los rituales de belleza. Sus propiedades y beneficios son verdaderas joyas para la belleza.
Sus elementos naturales actúan como electroestimulantes, ayudando a mejorar la reparación celular, reducir la inflamación, calmar el enrojecimiento y combatir los signos de envejecimiento, promoviendo así la luminosidad de la piel desde el interior.
¿Una manera sencilla de incorporarlas? Hazte con un rodillo de tu piedra fetiche y empléalo para darte un masaje facial después de ponerte tu crema favorita. Te contamos cuáles son las principales piedras preciosas y cómo benefician tu piel.
Ojo de tigre
Mejora la sinusitis, reduce ojeras y bolsas en el contorno de ojos y, en general, ayuda a desinflamar la piel. Promueve el drenaje linfático, aumenta la circulación sanguínea y elimina toxinas.
Amatista
Limpia y purifica la piel. Previene la proliferación de bacterias, por lo que está especialmente indicada para pieles propensas al acné. Emite rayos infrarrojos que elevan ligeramente la temperatura corporal, estimulando la microcirculación y alimentando las células de la piel con oxígeno y nutrientes.
Cuarzo rosa
Ideal para eliminar células muertas, retrasar el envejecimiento, regular la circulación sanguínea, luchas contra los radicales libres y proporcionar bienestar gracias a su alto contenido en magnesio, sodio, hierro, silicio y oxígeno. Para que sea aún más refrescante y efectiva tratando la inflamación y la irritación, guarda tu piedra en la nevera y úsala de noche para reducir las líneas de expresión y la tensión facial.
Jade
¿Quién no tiene un rodillo de jade? La ‘joya’ de las piedras preciosas para un cuidado natural de la piel tensa y reafirma el óvalo, esculpiendo los músculos faciales. Refuerza las defensas, relaja el sistema nervioso y estimula la eliminación de toxinas. Además, estimula el sistema linfático, oxigena los tejidos e incrementa el rejuvenecimiento celular. Ideal para combatir ojeras y bolsas en el contorno de ojos. Se recomienda usar por la mañana por su efecto revitalizante.