Tomar medicinas es muy habitual e ir a la playa, a la piscina o a la montaña en verano, también. Lo malo es cuando los medicamentos y el sol se llevan fatal y la interacción de ambos puede afectar a la piel.
Extremar las precauciones cuando se va a tomar el sol es imprescindible durante todo el año, pero más aún ahora, cuando tomamos las vacaciones porque estamos más expuestos a la radiación solar. Tener más cuidado si tomas alguna medicación es mucho más necesario porque algunas medicinas entran en conflicto con el sol y pueden provocar algunas lesiones en la piel o quemaduras.
¿Estás tomando alguna pastilla? Lee bien la posología y consulta a tu médico o farmacéutico porque algunos medicamentos y el sol casan fatal; no se llevan nada bien porque las radiaciones ultravioletas pueden dañar tu piel o incluso hacer que la medicina pierda parte de su eficacia. Son los fármacos fotosensibilizantes y los fotosensibles. Te explicamos cuáles son y qué puedes hacer.
Todavía estás a tiempo de solucionar este pequeño problema de incompatibilidad entre los medicamentos y el sol.
Los medicamentos fotosensibles son aquellos en los que se altera su composición en contacto con la luz solar, lo que hace que pierda su eficacia. Por eso, los laboratorios crean envases opacos para que no pueda penetrar la luz. Además, en el prospecto se indica que no hay que exponerlos al sol. En este caso, lo único que tienes que hacer es mantenerlos en su envase original; la luz del sol no supone ningún efecto secundario para las personas ni reduce la efectividad del producto.
¡Ojo, soy fotosensibilizante!
Los que son fotosensibilizantes son aquellos que, combinados con la radiación solar, pueden provocar una lesión en la piel. Vas a reconocerlos muy fácilmente porque llevan en el envase este símbolo (arriba): un triángulo con una nube y un solo.
En la actualidad hay unos 300 fármacos que no se llevan bien con el sol y que obligan a extremar las precauciones al exponerse al astro rey. Algunas -nos indican desde DosFarma– son bastante comunes, como el ibuprofeno, pero hay mucho más. ” Desde DosFarma siempre recomendamos hablar con el médico y el farmacéutico primero, pues ellos indicarán si hay que tomar alguna precaución, si hay que tomar la dosis en cierto momento del día o, incluso, si es mejor optar por otro producto equivalente. También hay que compaginar los consejos del personal sanitario con estas pautas que hemos recopilado, para así neutralizar por completo el riesgo de sufrir una reacción fototóxica o fotoalérgica este verano”, explica Amanda Dutruc, farmacéutica de esta farmacia online. Estos son algunos ejemplos:
- Antiinflamatorios nos esteroides
- Anticonceptivos orales
- Antihistamínicos
- Antiulcerosos
- Psicofármacos
- Antifúngicos
- Retinoides
- Anticancerosos
- Cardiovasculares
- Medicamentos contra la hepatitis C o el Sida
- Contra el colesterol
¿Qué pasa si tomo medicamentos y sol a la vez?
En este caso pueden darse dos tipos de reacciones: una fototóxica -el 95% de las reacciones que producen los fármacos fotosensibilizantes-. Aparece nada más tomar el sol y su apariencia es como la de una quemadura solar. Produce ardor, urticaria o, incluso, ampollas.
En el caso de que la reacción sea fotoalérgica es un problema menos frecuente y solo ocurre a personas ya predispuestas. Se trata de una reacción inmunológica que puede aparecer incluso si la dosis del medicamento es muy pequeña. Se manifiesta de forma tardía como una dermatitis de contacto, una erupción o un eccema. Puede presentarse en la zona expuesta o en otras áreas del cuerpo.
La clave está en la prevención
Los expertos de DosFarma nos dan una serie de consejos, fáciles de seguir e indispensables para que los medicamentos y el sol no te den la lata.
Primero, pregunta al médico o al farmacéutico si esa medicación tiene contraindicaciones frente a la exposición solar y si existe alguna alternativa no fotosensibilizante.
Utiliza protector solar. Sí, somos muy pesadas, pero es indispensable ponerse una crema protectora SPF 50+. Y esto es válido en cualquier época del año. Y si ya estás tomando un fármaco fotosensibilizante, con más razón. Ponte el protector antes de salir de casa, aunque esté nublado, y reponlo cada 2 horas.
Vigila cualquier alteración en la piel. Y si observas algún síntoma de quemadura, consulta al médico para que vea qué pasa y qué se puede hacer.
Si el fármaco es de una toma diaria, tómala por la noche. Aunque también tendrás que preguntar al médico porque hay medicamentos que es mejor tomarlos a una determinada hora. Pero si da lo mismo, por la noche el compuesto fotosensibilizante estará menos presente cuando vuelvas a exponerte al sol.
Añade en tu dieta alimentos o suplementos ricos en antioxidantes: las vitaminas A, C y E, al igual que otros bioflavonoides, son unos potentes antioxidantes. Estos compuestos son indispensables para combatir el daño celular. La células se pueden dañar y envejecer por diferentes motivos y uno de ellos son los radicales libres, las moléculas que se liberan naturalmente durante las reacciones químicas del organismo. Los antioxidantes ayudan a equilibrar la cantidad de radicales libres y frenar el daño que producen a las células y su envejecimiento.
Algunas de estas reacciones fotosensibilizantes derivan precisamente de la formación de radicales libres. Por eso, puede ser de utilidad aumentar la ingesta de antioxidantes si tomas alguno de estos medicamento.
Muchas frutas y verduras son ricas en antioxidantes; así que, aprovecha y toma frutos rojos, espinacas o zanahorias.