La industria textil es la segunda más contaminante del mundo según la ONU, nuestra ropa produce sopa de microplásticos en el mar, y está en nuestra mano reducir el consumo y los residuos, reutilizando modas pasadas y prendas ya fabricadas.

No sólo es un ejercicio divertido: también va a favor del cuidado del planeta. Darle una segunda oportunidad a la ropa se puede considerar un acto de justicia poética y social.

Comprar ropa de segunda mano no sólo te hace tener un armario sostenible, y acreedora de múltiples “qué mona va esta chica siempre”. También tiene un impacto cero en las emisiones de carbono y ‘te quita’ de participar en negocios cuestionables.

Es muy difícil ver el documental The True Cost (2015, se puede alquilar o comprar online) sin sentirse impelida a hacer examen de conciencia. Quizá ya supiéramos que la industria de la moda es una de las más contaminantes del planeta, pero puede que se nos escaparan detalles como que los gigantes del fast fashion deslocalizan las fábricas y explotan contratan mano de obra barata que suele provenir de población vulnerable: mujeres y menores que trabajan en condiciones infrahumanas. Estos mismos gigantes de la compra de ropa compulsiva se aseguran de que cada temporada dure menos y cada vez haya más y más renovación de prendas. ¿No te llama la atención que cada vez que entras en [inserta aquí alguno de los nombres que estás pensando] haya ropa nueva? ¿De dónde diablos sale? ¿Cómo y dónde la fabrican? ¿Cuánto nos cuesta como sociedad? Quizá ese precio tan seductor expresado en decimales de la etiqueta esconda una situación muy turbia.

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El Templo de Susu

Ante esto hay varias opciones. Comprar a fabricantes locales es una de ellas. Cuidar la ropa que ya tenemos es otra (taráaaan). Y, por último, está el trueque con las amigas o adquirir ropa de segunda mano, un mercado divertido, romántico y normalmente más asequible, ya sea en el segmento del lujo como en la ropa de diario.

¿Cómo comprar en tiendas de segunda mano en aras de crear un patrón de consumo sostenible? La autora de ‘Armario Sostenible’ Laura Opazo nos da algunos consejos.

  1. Analiza las reviews de las tiendas cuando compres en internet.

Las opiniones de tus congéneres facilitan mucho la vida en el ecosistema online. “Ver las valoraciones previas que ha recibido nuestro interlocutor ayuda a no llevarse sorpresas”. Otro de los aspectos positivos de comprar online es que puedes “comparar precios con otros vendedores que ofrezcan productos parecidos por década y estilo”.

  1. Estilos atemporales.

En las tiendas de segunda mano se puede encontrar auténticos tesoros. Hay que tener en cuenta que “recogen las tendencias de las últimas décadas”, como matiza Laura Opazo. “Suponen un auténtico archivo histórico para aquellos que quieren seguir la moda, pero no se identifican con los dictados actuales o quieren buscar más autenticidad en sus estilismos”.

  1. Compra de forma consciente.

Controlar la compra compulsiva siempre es buena idea. Mira en el fondo de tu corazón, de tu alma y de tu armario y piensa bien si realmente ‘necesitas’ esa prenda, si aporta algo a tu estilo y si te la vas a poner un número razonable de veces.

  1. Fíjate en los materiales.

Tanto el diseño como los materiales afectan a la durabilidad de la prenda. “Una pieza realizada con materiales de buena calidad siempre será más rentable”.