Eliminar los pelitos del mentón es un desafío para muchas mujeres. Y a veces parece que los tratamientos más punteros no son 100 % efectivos. ¿Por qué sucede?
El vello facial femenino es un tabú. Aunque no se hable de ello, ahí está. Parece que la zona del bigote y el entrecejo suponen menos problema a la hora de admitir su existencia. Y su necesidad de depilación. Pero con los pelitos del mentón aún existe mucho prejuicio. Muchas mujeres se avergüenzan de ello. Cuesta admitir que existen y que hay que quitarlos. Pero salir salen. Y, lo que es peor, a veces, cuesta hacer que se vayan.
¿Por qué a las mujeres nos salen pelitos en el mentón?
La aparición de pelitos en el mentón y zona de las mandíbulas puede tener diferentes orígenes. En general, se debe a trastornos hormonales a los que la mujer es propensa en particular. Hay determinadas enfermedades, como el síndrome del ovario poliquístico, que pueden producir un exceso de andrógenos. Esta es la hormona masculina por excelencia. En ocasiones, la causa puede ser la reacción a algunos medicamentos. Y también existe la influencia genética. “En muchas ocasiones aparece vello facial no deseado en mujeres sin trastornos hormonales. Como rastro genético, la mujer no ha estado absolutamente libre de pelo en el rostro. Existe una marcada tendencia familiar en la facilidad para presentar vello maduro terminal en zonas andrógeno-dependientes, en mujeres con analíticas de hormonas normales”, advierte la doctora Josefina Royo de la Torre, directora del Instituto Médico Láser (IML).
La edad más habitual para la aparición del vello facial en las mujeres se sitúa en los 40-50 años. Esto se debe a los cambios hormonales que se producen con la perimenopausia y la menopausia. Pero también hay mujeres más jóvenes afectadas. Por ejemplo, en la adolescencia o durante el embarazo. “Su momento de aparición puede ayudar a descifrar su origen”, detalla Silvia Cruz , directora del departamento médico, formación y desarrollo de Centros Ideal. Así, en una chica adolescente aquejada de hirsutismo es aconsejable descartar la existencia de ovarios poliquísticos por parte de un especialista. Y en mujeres postmenopáusicas, igualmente “habría que descartar tumores productores de andrógenos tras la bajada de las hormonas femeninas como los estrógenos”, añade.
No te lo quites con pinzas
Hay una mañana en la que al mirarnos de cerca al espejo, descubrimos con sorpresa unos pelitos en el mentón. La primera reacción es quitarlos con pinzas. Justo lo que los expertos recomiendan no hacer. “Lejos de ayudar, puede exacerbar e incrementar la aparición del vello”, advierte la doctora Royo de la Torre. Lo que ocurre que, al intentar arrancar los pelos más oscuros, y que por tanto mejor identificamos, cortamos el vello más claro que está alrededor en reposo. “Lo cortamos porque al ser más fino, no somos capaces de verlo, lo que provoca que se estimule y se fortalezca, aumentando así la cantidad de vello visible”, agrega Cruz.
Pero no te sientas culpable porque esto… ¡nos pasa a todas! El vello facial no sale en gran cantidad y de forma repentina. Primero aparecen un par de pelitos. Luego otro par más. Y por un par o dos de pelitos en el mentón nadie recurre a un tratamiento. Aunque deberíamos, pero no lo hacemos. Por eso el problema termina por recrudecerse.
Luz pulsada o láser, la eterna disputa
Entre las soluciones “definitivas” (luego explicamos las comillas) a los pelitos del mentón hay dos protagonistas. La luz pulsada y el láser. Y según al especialista al que preguntes, defenderá una u otra. Así es con las dos expertas consultadas para este reportaje:
- “Para nosotros, la luz pulsada de uso médico es el tratamiento de elección. Siempre bajo indicación y seguimiento médico cercano. Es la opción más efectiva para ello. Debido entre otros motivos a que no se produce el efecto paradójico que puede aparecer con luz coherente (láser). En cuanto a eficacia para eliminar pelo, tanto el láser como la luz pulsada son eficaces. Preferimos la luz pulsada para evitar el efecto paradójico (efecto rebote). Pero siempre debemos de tomar en cuenta que este tipo de tratamientos suelen durar varias sesiones para obtener mejoría clínica”, dice la doctora Royo, del IML.
- “Recomendamos sin lugar a dudas el láser, es la opción más efectiva, segura y duradera. En concreto nosotros, para acabar con el vello facial, utilizamos el láser de diodo Leaseir, tecnología puntera de fabricación nacional. Unas de sus bondades es la profundidad a la que trabaja, llegando a 810 nm, lo que nos garantiza la destrucción del bulbo piloso. Además de ser un equipo muy potente es muy seguro, nos permite aplicar los parámetros personalizados en cada zona a depilar, en función del fototipo de piel y el grosor del pelo. Es más aconsejado el láser de diodo porque nos permite trabajar a mayor profundidad que la luz pulsada por lo que llegamos a la raíz del pelo eliminándolo de forma definitiva y siendo efecetivo en la eliminación del vello fino o residual”, sostiene Silvia Cruz por su parte.
¡Horror, me hice un tratamiento y me han vuelto a salir pelos!
Así es, en muchas ocasiones. Nos hacemos un tratamiento con varias sesiones para eliminar los pelitos del mentón y resulta que vuelven a aparecer. ¿Significa eso que ni el láser ni la luz pulsada son 100 % efectivos? Los tiros no van exactamente por ahí. Es un falso mito que el vello vuelva a aparecer con el paso del tiempo. Lo que sucede es que aparece OTRO vello diferente. La culpa (una vez más) vuelve a ser de las hormonas. La influencia hormonal es la responsable de la resistencia del vello facial o de su aparición en un futuro. Y esto hace que pueda resistir más de lo que inicialmente podemos plantear.
Por otra parte, en el rostro no está activo todo el pelo que se puede activar a lo largo de la vida de la paciente cuando se inicia el tratamiento. “En la cara existen muchísimos folículos pilosos en estado primordial (sin desarrollar pelo), que pueden entrar en actividad a lo largo de la vida de la persona. Y por ello puede necesitar sesiones a largo plazo. No a todas las pacientes se les activa más pelo con el paso del tiempo; pero, a las más predispuestas genéticamente u hormonalmente les puede ocurrir, debido a desequilibrios hormonales que incluso siendo ligeros pueden activar estos folículos latentes. La depilación láser y con luz pulsada de uso médico son eficaces en el pelo que está formado y lo eliminan. Pero no pueden eliminar el pelo que está por salir y que puede activarse progresivamente con el tiempo”, detalla la experta del IML.
¿Y esto por qué no pasa en las piernas? Pues porque este tipo de pelo latente no existe en otras zonas como las ingles o las medias piernas, donde el pelo ya está todo formado, y haciendo sesiones de láser o luz pulsada, la depilación resulta completa y permanente salvo retoques esporádicos.
Pelitos blancos, ¿batalla perdida?
Solo hay un caso en el que la luz pulsada y el láser por igual tienen la batalla perdida. Los pelitos del mentón de color blanco. En ese caso, hay poca solución. “Al no presentar melanina, no es posible eliminarlo independientemente que sea vello duro. La energía del láser de diodo necesita de un cromóforo como es el pigmento melanina para transformar esa energía en calor y llegar a destruir el bulbo piloso. Es el hilo conductor, sin melanina no podemos depilar el vello”, apunta la experta de los Centros Ideal.
Para el pelo cano se recomienda la depilación eléctrica.