Dormir pocas horas o tener un descanso de mala calidad pasan factura al rostro. Falta de sueño y piel apagada y con arrugas son elementos que van de la mano.
El año que hemos dejado atrás ha sido el de las preocupaciones. No solo la terrible e inesperada pandemia de coronavirus, sino también sus efectos a nivel social, laboral, económicos… La ansiedad y los problemas para dormir y tener un descanso de calidad se han acrecentado. Y esto afecta al estado de salud, a las defensas… y al aspecto del rostro. No solo hablamos de tener ojeras oscuras y un efecto “mala cara” general. La falta de sueño y piel afectada por esa situación puede traducirse en pérdida de luminosidad, aspecto cetrino, manchas o empeoramiento del acné. Los expertos nos cuentan por qué sucede.
¿Cuál es la relación entre falta de sueño y piel en mal estado?
Lo primero a tener en cuenta en la relación entre la falta de sueño y piel es lo siguiente. La noche es el momento en el que se desarrollan al máximo rendimiento los procesos de reparación dérmica. La falta de sueño no permite una adecuada síntesis de colágeno y fibras elásticas, que son el “sustento” de la piel. Como si fueran el andamio que la sostiene.
Pocas horas de sueño o un mal descanso provocan una alteración en los niveles de dos hormonas, la melatonina y el cortisol. “Dormir pocas horas disminuye la producción de melanina lo que se traduce directamente en una falta de luminosidad de la piel y en cambio aumenta el estrés y los niveles de cortisol. Además, se ralentizan los mecanismos antioxidantes cutáneos con el consiguiente aumento de radicales libres y toxinas en la piel”, explica la doctora María Marcos, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén.
Falta de sueño y piel desprotegida son todo uno, porque el descanso repone los mecanismos de defensa dérmica. Por otro lado, en el rostro aumenta la retención de líquidos, “de manera que se incrementa el volumen y, como consecuencia, la piel cede y aparece la flacidez”, apunta Antonio Ortega, dermatólogo de Clínica Menorca.
¿Salen más arrugas por dormir mal?
Lamentablemente, así es. “Durante el día, la piel sufre continuas agresiones que le provocan microcortes, deshidratación y la ensucian. Es nuestro escudo protector, nos defiende, pero en esa batalla se lesiona”, indica el doctor Ortega. Por la noche, el poder reparador natural del organismo cura esas pequeñas arrugas que se han formado. La piel se nutre y oxigena de nuevo… pero necesita su tiempo. Si no dormimos lo suficiente la reparación será parcial. “Esporádicamente no pasa nada, sobre todo cuando se es joven. Pero si se hace de forma sostenida, las arrugas se mantendrán y se irán haciendo más profundas”, agrega el experto.
¿A partir de qué momento empiezan a verse los efectos de la falta de sueño sobre la piel?
No hay un momento concreto en el cual aparecen los signos de cansancio, pero la mayoría de los estudios realizados indican que al menos se debe descansar entre 6 y 8 horas diarias. Por debajo de esas horas de sueño de calidad, se aprecia un aspecto deshidratado de la piel. “Si la falta de descanso se prolonga unos pocos días más, observamos un aumento del tamaño de los poros, así como más rojeces y aparición o exacerbación de procesos dermatológicos como acné y dermatitis, asociados al aumento de cortisol -detalla la dermatóloga del grupo Pedro Jaén-. Y si la falta de sueño adecuado se prolonga durante semanas o meses, la renovación cutánea y la correcta síntesis de colágeno y elastina se ve comprometida, con la consecuente aparición de arrugas y flacidez”.
¿Por qué salen ojeras y las bolsas?
La aparición de bolsas y ojeras está asociada a una alteración de la microcirculación cutánea. Esto provoca retención de líquidos y toxinas, lo que se traduce en bolsas bajo los ojos.
Más allá de las bolsas, las ojeras pigmentadas también pueden deberse a la retención de líquidos y radicales libres, “aunque otras veces es por una simple causa genética, porque hay mayor acúmulo de melanina en la zona; en ocasiones son depósitos de hemosiderina que al ser expuesto al sol aumenta también la pigmentación”, advere el dermatólogo de Clínica Menorca.
Otros efectos de dormir mal
- Piel cetrina y apagada: Durante la noche los mecanismos de renovación celular alcanzan su mayor actividad. Al no conseguir una adecuada renovación de las células muertas, la piel se muestra más apagada y seca unido a una deficiente microcirculación y oxigenación celular. Ese color opaco también puede aparecer debido al consumo de tabaco.
- Más rojeces y manchas: Esto se debe a un aumento del calibre de los vasos en la zona, porque hay un aumento de presión por la retención. Ello hace que se transparente la sangre de los vasos y así se produce el eritema. Las manchas son producto de la exposición al sol, posibles hiperpigmentaciones debidas a la exposición en hematomas o cicatrices de quemaduras.
Un buen descanso y una buena salud y belleza de la piel van de la mano. Por eso te deseamos los mejores sueños para este 2021.