¿Sabía que… el frío te ayuda a quemar la grasa parda? Pues así es: bajar la calefacción puede hacer que tu cuerpo se convierta en un pequeño horno de quemar calorías.
Y no: Greta Thunberg no me está apuntando con una pistola para que escriba este post. Tampoco he sido coaccionada por Greenpeace, ni siquiera por una compañía de energía solar fotovoltaica o por una marca de prendas térmicas anti-frío. Estoy aquí por mi propia voluntad y movida por el único espíritu de informar y, ya puesta, quemar algo de grasa mientras me ahorro unos eurillos en mi factura de electricidad. Suenan campanas de win-win, ¿no te parece?
Rasca y gana
Según apuntan los estudios al respecto, pasar una ligera rasca contribuye a aumentar el metabolismo basal puesto que el cuerpo ha de realizar un esfuerzo extra para mantener una temperatura óptima. Y esto, amiga, se traduce en una pira de fuego purificador al que van a parar las calorías extra.
La cosa se puede llegar a poner muy candente cuando el mercurio marca menos de 10 grados. Cuando se llega al punto de tiritar, el cuerpo genera un gasto calórico adicional de ¡100 kcal cada 15 minutos!, y también hay estudios que confirman que el frío extremo aumenta las defensas, lo que definitivamente podría hacer apetecible someterse a una terapia de frío bien calculada y medida.
No es necesario someterse a un suplicio en casa -no queremos que estés tiritando mientras ves una serie, por ejemplo-, pero sí podemos plantearnos bajar unos grados la calefacción y practicar deporte al aire libre en lugar de encerrarnos en el gym. Esquiar es una idea evidente, pero correr o incluso un sencillo paseo al aire libre durante estos días de crudo invierno puede ser más eficaz en términos de quema de grasa que en cualquier otro momento. ¿La clave? La acción del frío en nuestros ateridos músculos y su impacto sobre la liberación de la hormona irisina, que es la responsable de producir calor en las células grasas acumuladas en el cuerpo… y hacer que se derritan entre alaridos como la bruja del Oeste en El Mago de Oz.
¿Otro plus para ‘la cosa deportiva’? Está comprobado que el frío acelera el desarrollo del fondo físico, aumentando la resistencia cardiaca y la capacidad pulmonar.