Estos Reyes Magos de 2021 nos tienen que traer a todos el mejor regalo, El Árbol de la Vida. Desde Belleza Pura nos gustaría mucho pedirles ese regalo para este año que todos estamos deseando que sea mejor que el 2020.
El Árbol de la Vida es un símbolo común en muchas religiones y culturas desde hace miles de años. Representa la esencia de la propia existencia y nos transmite fuerza ante las adversidades y positividad en forma de grandes frutos. Como regalo también simboliza la prosperidad y la suerte. Grandes motivos para recrearnos en ellos durante este 2021.
Su significado nos habla de amor, esperanza y sabiduría. Es un regalo espiritual que también puede convertirse en un regalo material a través del arte, dibujos, joyas o diferentes diseños que se pueden colocar sobre nuestros zapatos.
La semilla del Árbol de la Vida nos conecta a la tierra para desarrollar fuertes raíces y grandes ramas que se expanden al cielo venciendo adversidades, siempre en conexión con la naturaleza y el resto de las personas de nuestro entorno.
Cultiva tu Árbol de la Vida desde las raíces hasta los frutos porque la naturaleza tiene mucho que enseñarnos para crecer y mantenernos sanos y fuertes.
¿Y qué tendrá esto que ver con la belleza?, puede preguntarse alguien. Pues creo que todo o casi todo.
El otro día me preguntaba mi hija: ¿Qué es para ti la belleza?, sabiendo como sabe a lo que me dedico.
Mi respuesta fue bastante sencilla: “Salud y equilibrio cuerpo-mente“.
A lo que ella añadió: “¿Sólo eso?.
Yo respondí: “Sí, eso es lo fundamental. Todo el mundo es bello si tiene eso. Lo demás son aderezos, accesorios…”.
Por eso tuve claro que en Belleza Pura hablaríamos de salud primero y de belleza después, también de bienestar, mente, alimentación, higiene, cuidados de la piel y el cabello, ejercicio físico, maquillaje, perfumes… Pero la base de todo es la salud, sin salud no hay belleza por más bonitos que sean tus ojos, tus labios o tu corte de cara. El resto son sólo aderezos, rituales de arreglo personal y de higiene básica. Son importantísimos y nos pueden ayudar mucho, pero no son esenciales.
La belleza refleja la plenitud de la salud y ese equilibrio mental entre el cuerpo y la mente con todo el arte, la creatividad y la sabiduría que le queramos poner. Pero lo importante es cultivar ese Árbol de la Vida que luego lo podemos decorar igual que un Árbol de Navidad. Hay que tener en cuenta la inteligencia que siempre nos guiará por los mejores caminos del conocimiento y nos hará llegar a la buena gente, tan importante en nuestras vidas.
Incluso aunque tu chasis tenga unas medidas aparentemente perfectas, si no funciona el motor ni los frenos o no tienes gasolina, nada marchará en condiciones. En nuestro caso tenemos que estar conectados a la tierra tanto como al cielo, además del wifi, claro. Qué importante es tener esa belleza interior, mantener nuestro espíritu en calma para que todo fluya relajadamente, si no da igual que te pongas el último modelo de pantalón, el mejor perfume o una máscara de pestañas a todo volumen.
En la época de la actitud positiva y la sonrisa permanente, todos sabemos que hay que estar alegres de verdad, desde el corazón. Y creo que en estos momentos no resulta nada fácil. De nada sirve fingir. Son cosas un tanto intangibles pero que todos conocemos y sabemos. En la era del shopping lo esencial no se puede comprar por más ideal que pueda parecer, no sirve para nada. Si estás triste no hay píldora de la felicidad que valga. Si tus sentimientos son feos y la irá y la vanidad brillan en tus ojos, tus gestos no tendrán esa belleza pura y auténtica que buscamos. Por más que los pintes de mil colores, sólo serán un disfraz de carnaval. Tenemos que intentar mantener el equilibrio entre todos.
Por eso creo que la relajación consciente, la meditación y el yoga se están mostrando en estos días como una herramienta imprescindible para conseguir ese equilibrio positivo entre el cuerpo y la mente. Debemos respirar desde el abdomen, reflexionar con el corazón en paz y alimentar nuestro cuerpo y nuestra mente lo mejor que podamos. No sólo de pan vive el hombre (ni la mujer).
El amor es lo que mueve nuestro mundo y es un sentimiento muy unido a la belleza, la salud y el bienestar. Tenemos realmente que vivir con grandes emociones, querer a quien está a nuestro lado, a nuestra familia y disfrutar de que cada día salga el sol. Tener fe, cada cual la suya, y no odiar al que tenga otra fe diferente porque todas redundan en lo mismo.
¡Feliz Vida y Feliz Día de Reyes!