Masajes faciales que aportan luminosidad, relajan la musculatura y reafirman los tejidos. Hoy os recomendamos dos masajes con acento oriental: Ka-Zumi, de Oxigen, e Ikigai Massage, de Carmen Navarro.
Unas buenas manos son un regalo para la piel. Y los masajes faciales son una bendición cuando el estrés o el cansancio asoman por tu vida. Un buen masaje facial te eleva, casi te hace perder el conocimiento y sales ligera, luminosa y renovada.
Por eso, los masajes faciales Ka-Zumi e Ikigai son lo que tu piel está pidiendo a gritos para ver en el espejo la mejor versión de ti misma.
Me confieso: soy una apasionada de los masajes faciales (y de los corporales, también, claro). Sólo con escuchar su nombre ya me relajo; por eso, pensar en Ka-Zumi e Ikigai me elevan por encima del ordenador mientras escribo. Porque, ¿quién no quiere un masaje?
Ka-Zumi e Ikigai tienen nombre oriental y ambos están basados en esa cultura ancestral. Y ambos están avalados por dos facialistas de renombre: Estrella Pujol, en Barcelona, y Carmen Navarro, en Madrid.
Manos de seda para esculpir el rostro
¿Quién no se enamora de un masaje facial así? Carmen Navarro nos sorprende combinando las mejores técnicas manuales con la energía y la fuerza del Gua Sha (la piedra de jade o cuarzo plana que hace furor en instagram), un ritual que según la experta en belleza “nos ayuda a ‘rascar’ y a eliminar toxinas”.
Con la ayuda de los principios activos de la marca Sofia Bertrand, inspirados en la cultura oriental, como la camelia japónica y potenciados con activos como el rubí, el champagne o la esmeralda, el protocolo Ikigai Massage nos va a ayudar a recibir el año que viene con energía (que falta nos hace. ¡Menudo añito!).
Paso a paso de Ikigai Massage
Un masaje de reflexología podal nos da la bienvenida, acompañado por maniobras para descontracturar hombros, cuello y espalda y así relajar la musculatura para disminuir la tensión y preparar el cuerpo y la mente para disfrutar del tratamiento.
A continuación, el protocolo nos conduce a una limpieza y un peeling enzimático con enzimas naturales de Safora japonica, conocido como el árbol de las Pagodas, que estimula los procesos de renovación de la piel. La vitamina P suaviza la piel y estimula su regeneración.
Lo mejor llega ahora: el masaje, profundo y con movimientos y pases de relajación y estimulación. Las manos de la facialista vuelan sobre el rostro, alternando velocidades lentas y rápidas para estimular la piel y lograr el efecto lifting.
Las piedras de Gua Sha recorren el rostro para, entre otros, aumentar a circulación sanguínea.
Una mascarilla, según las necesidades de cada piel, culmina el tratamiento. Puede ser calmante para hidratar, reparar y aportar luminosidad o reafirmante, muy valiosa por sus efectos antiedad.
El masaje Ikigai tiene una duración de 70 minutos, se aconseja para pieles desvitalizadas que necesitan renovación y oxigenación y con él se consigue una piel reafirmada, hidratada, renovada y radiante.
Precio: 170 euros
Ka-Zumi, bienestar y belleza
De la mano de Estrella Pujol, alma mater de Oxigen, llega el nuevo masaje facial Ka-Zumi, que fusiona 3 técnicas ancestrales de origen oriental para proporcionar un plus de bienestar y de belleza al cliente.
Ka-Zumi aúna el Kobido, el masaje facial preferido de las emperatrices japonesas por su potente efecto antiedad; el ayurveda, una medicina tradicional india que significa “Ciencia de la Vida” y que persigue sanar la causa del malestar del paciente y su relación con su estado emocional y mental, y el Lomi Lomi, un técnica de masaje de origen hawaiano que se conoce como masaje amoroso, y que utiliza los brazos y los codos.
Este masaje de Oxigen reestablece la energía vital para aportar belleza y luminosidad al rostro. Además, trata el sistema periférico y sistema nervioso central para conseguir bienestar.
Con Ka-Zumi, nos cuentan desde Oxigen, “se logra un efecto rejuvenecedor de lifting facial que repercute directamente sobre el estrés, los dolores de cabeza, las migrañas, el cansancio y la fatiga”.
Está recomendado para todos, hombre o mujer que busque mejorar la luminosidad de su rostro, la flacidez o las arrugas y que busque salir del masaje con confort y tranquilidad.
Precio: 60 euros