Limpios, éticos y sostenibles con el planeta, así son los cosméticos de la nueva era de la belleza holística.
La influencia del Covid-19 acelera la conciencia cosmética exponencialmente. “La agenda de la sostenibilidad ha cambiado, nuestro futuro depende de los “límites planetarios”, y la ambición de las empresas debe estar a la altura del reto al que nos enfrentamos” dicen desde L´Oréal for the future, porque el medio ambiente también lo vale.
Nacen, crecen y se reproducen nuevas marcas veganas con fórmulas naturales, bio y a ser posible, orgánicas. Los sellos verdes inundan las etiquetas de los productos de cosmética. Sin duda hay un rebrote de cosmética ecológica. Algunas firmas clásicas se están reciclando con nuevas gamas de cosmética natural y más puras que de costumbre. Otras marcas vienen desarrollando la filosofía natural desde principios o finales del siglo XX: The Body Shop, Weleda (1921), Dr. Hauschka, Lush, Aveda, Clarins, Alqvimia, La Chinata, Amapola Bio, Archangela, Varanski Naturals, Yves Rocher, Korres, L´Occitane, Apivita, Jowaé, Lalita…
¿Será que ahora todos nos estamos dando cuenta de la importancia del cambio climático que vive el planeta y cómo nos afecta a todos?
Más vale darse cuenta tarde o al límite de una situación de no retorno como la que estamos viviendo del Ártico a La Antártida o el Mar de Aral.
¡Arriba la cosmética sostenible!
La conciencia medioambiental con ciencia siempre combina bien. Precisamente los científicos llevan advirtiendo más de 50 años. Todos lo sabíamos, pero se ha ido postergando en las sucesivas cumbres del clima y desde luego la solución no es pagar multas después de contaminar.
De la famosa Regla de las 3 R: Reducir, Reutilizar y Reciclar hemos llegado al punto Zero Waste, que Bea Johnson, autora del blog Zero Waste Home, eleva a 5: Refuse, Reduce, Reuse, Recycle y Rot, que incluye rechazar productos poco ecológicos y devolver a la tierra nuestros residuos en forma de abono compostable.
Good for you es el nuevo lema de Sephora. Bueno para ti y bueno para el planeta y el medio ambiente, o sea bueno también para ti. Tu belleza y la del planeta son una misma cosa. Tu salud y la del planeta también. Hay que solucionar la raíz de nuestros problemas y todos sabemos que las raíces están siempre ancladas a la Tierra. Sin naturaleza, tampoco hay belleza.
Lancôme también sigue esa senda y acaba de comprar un terreno en Grasse: Domaine de la Rose. Cuatro hectáreas de campos de agricultura orgánica que se suman a otras seis que ya tenía en esta región patrimonio cultural intangible por la UNESCO. Allí la firma líder del lujo cosmético francés cultiva una diversidad de especies de rosas y otras flores para perfumes y cosméticos. De esta manera contribuye a la protección del cultivo de plantas para perfumería en Grasse y a la conservación orgánica del terreno certificado Ecocert.
Pero no sólo son las plantas, también insectos en peligro de extinción como las abejas (Yves Rocher y Guerlain), los océanos (Biotherm, Avène…) y las aves que surcan el cielo. Si sobrevuelas el problema de cerca, toda la naturaleza necesita ayuda y solidaridad, bienvenidas sean todas las campañas de protección al planeta.
Green Beauty es el nuevo proyecto lanzado por Garnier con el objetivo de reducir radicalmente el impacto medioambiental global de la marca. Garnier se convierte así en la primera marca de belleza en implementar un sistema de etiquetado de sus productos indicando el impacto ambiental y social de los mismos. Su compromiso supera el 30% de envases reciclados que exige la normativa europea. para 2025. Y proponen que para esa fecha todos los envases de sus productos estén fabricados sin plástico virgen y todos los envases de plástico sean reutilizables, reciclables o compostables. Además, el 100% de las 22 plantas industriales en las que se fabrican sus productos serán neutras en carbono y sólo utilizarán energía renovable.
Objetivos sostenibles para los envases de plásticos 100% reciclados y reciclables, Yves Rocher también va más allá de la ley europea y supera ese 30% exigido con un 70% para que todos los envases que salen de sus fábricas sean de PET reciclado y reciclable. Traducido a cifras, significa que a partir de ya, solo esta firma ahorrará al planeta 2.700 toneladas de plástico al año.
Y seguimos tras la huella de carbono cero, con fórmulas biodegradables que no viertan residuos tóxicos ni ensucien el medio ambiente. Fábricas con fuentes de energía renovables y con-ciencia ecológica. Pureza de ingredientes naturales, menos químicos, menos alérgenos, una cosmética “sin” parabenos, sin sustancias derivadas de la industria petroquímica, sin polímeros plásticos, sin sulfatos… Y con una ética solidaria tanto con el planeta como con el ser humano.
Hablemos de ética y de eco-ética como se adjetiva la marca recién llegada a España: Wedo, cosmética capilar profesional, naranja por fuera y muy verde por dentro. Estará a la venta en peluquerías y es miembro del grupo internacional Coty. Banbu es otra marca sostenible al pelo y de estreno, y made in Spain, aunque sus cuidados llegan también a la cara, cuerpo, incluidos los dientes, y el afeitado.
Hay muchos nichos verdes que florecen por todo el planeta desde La Chinata a Scens, Vera & the birds y Journey to Julia o Alice in the Beautyland. Y muchos rebrotes de nuevas firmas de cosmética verde y vegana hecha en España, incluidas las Islas Canarias con su Aloe Vera (Atlantia) o de nuestra Andalucía ( Atalaya Bio ), la firma orgánica Andaluz Skincare premiada por su diseño inspirado en motivos de la Alhambra.
La belleza será más pura o no será. Feliz camino por la cosmética sostenible y una vida con un futuro más bello.