¿Es necesario utilizar diferente protector solar para cara y cuerpo? ¿No podemos utilizar el mismo? ¿Qué sucede si lo hacemos? Traemos respuestas a todas esas preguntas.
Los expertos coinciden. De modo general, no debemos usar el mismo protector solar para cara y cuerpo. Más concretamente, ningún corporal debería aplicarse en el rostro, salvo que se indique lo contrario específicamente. La explicación es sencilla: “Su formulación no ha sido diseñada para ese uso”, apunta la doctora Aurora Garre, directora médica de ISDIN.
Protector solar para cara y cuerpo: qué debemos saber
Aunque para los niños se suele utilizar el mismo solar para cara y cuerpo, no sucede lo mismo con los adultos. Esto se debe a que las necesidades de la piel son diferentes. Y, en concreto, la del rostro puede tener más tendencia a tener manchas, arrugas, o ser más sensible, necesitar texturas más ligeras, más matificantes, evitar que el producto migre a los ojos y produzca irritación. Si nos paramos a pensarlo, igual que no utilizamos la crema de cuerpo para la cara en nuestra vida diaria, tampoco deberíamos cuando se trata del fotoprotector, aunque sea uno de último diseño.
“La zona del rostro está más expuesta a la radiación solar a lo largo de todo el año. Incluso cuando está nublado o hace frío, hay radiaciones que llegan y afectan nuestra piel, y por ello el fotoenvejecimento es mayor, y también la tendencia a manchas o arrugas. Yo soy partidaria de usar un protector solar de rostro específico, no tanto por el sistema filtrante en sí, sino por los “extras” que puede tener a nivel de cuidado y textura. El producto corporal suele elegirse más según el tipo de actividad que vamos a practicar cuando nos exponemos al sol”, señala Leonor Prieto, directora científica de La Roche-Posay.
El tipo de piel también es importante. Aunque la piel facial y su estado difieren de una persona a otra, hay cuatro tipos principales: normal, seca, grasa y mixta. “A la hora de elegir un protector solar específico de rostro debemos de tener en cuenta este hecho ya que, por ejemplo, una piel seca necesitará una textura en crema enriquecida con elementos nutritivos mientras que una piel grasa se decantará por una textura gel libre de aceites”, detalla Pilar Pérez, directora de formación de Lierac.
Cuestión de texturas
La doctora Garre apunta también a las diferentes texturas faciales y corporales de los cosméticos, adaptadas a las necesidades específicas de cada zona. “Es por ello que no se debe usar indistintamente el mismo protector solar para cara y cuerpo. Los fotoprotectores faciales han sido no solo diseñados sino que también testados para ese uso. Suelen contener además ingredientes activos por ejemplo para luchar contra el fotoenvejecimiento. Su textura suele ser más fluida y ligera, de rápida absorción, sin residuo ni brillos, no comedogénicos y oil-free”, subraya.
Además los fotoprotectores faciales suelen estar formulados para que no irriten los ojos. La epidermis de esta zona tiene de 0 a 0,05 mm de espesor, “por lo que la zona es más fina y delicada y necesita un cuidado solar apropiado, sin perfume y con activos seleccionados que nutran y protejan el contorno de nuestros ojos”, advierte la experta de Lierac.
Por todos estos motivos, igual que el fotoprotector no debe ser un “producto familiar”, puesto que cada piel tiene una necesidad concreta, “lo ideal sería usar un producto para el rostro y otro para el cuerpo”, insiste la doctora Prieto.
Además, hay que ser especialmente precavido con los corporales en formato aerosol, que no han sido diseñados para su uso en el rostro, ya que pueden dar lugar a inhalación de producto indebida.
Un solar para cada necesidad
Sensitive Advanced Super UV Fluid SPF50, de Delial, es una crema facial con protección solar, especialmente para pieles claras, sensibles e intolerantes al sol.
Precio: 12,50 euros.
Aqua Urban SPF 50+, de Galénic, es un escudo protector frente a la contaminación y los rayos UV.
Precio: 23,67 euros.
Repaskin Sensitive SPF50, de Sesderma, es un fotoprotector corporal en spray que sustituye el alcohol por una solución acuosa, desarrollada específicamente para las pieles más sensibles y delicadas.
Precio: 25,95 euros.
SU Protective Sun Cream Spf30 de Davines, está formulada para funcionar por igual en rostro y cuerpo, previniendo la deshidratación de la piel y protegiendo contra la aparición de signos de envejecimiento.
Precio: 26,40 euros.
BB Soleil Bronzer 30 de Lancôme, es una crema de rostro con textura ligera, fundente, de rápida absorción y resistente al agua.
Precio: 35 euros.
Stick Protecteur SPF 50, de Clarins, apto para las zonas sensibles como la cabeza, las orejas, la nariz, los pómulos y el contorno de los ojos. Un formato para llevar, de fácil aplicación, de acabado invisible.
Precio: 26,00 euros.
Photo Regul, de la línea EsteWhite del Institut Esthederm es una fórmula que, al tiempo que permite el bronceado, controla la hiperpigmentación.
Precio: 65 euros.
Anthelios spray invisible SPF50+, de La Roche Posay, es una protección solar muy alta con tecnología Intelimer, ultra resistente al sudor, al agua y a la arena en condiciones extremas. Disponible para niños y adultos.
Precio: 27,90 euros.
Fotoprotector ISDIN HydroOil de Isdin es un spray corporal bifásico (una loción oleoacuosa) de doble acción que protege con una alta protección UVB/UVA SPF30 y broncea un 43% más la piel gracias a su contenido en Pro-Melanin Technology, fomentando las defensas naturales contra la radiación UV.
Precio: 23,55 euros.
Dry Oil Protect SPF 30, de Le Tout, es un aceite en seco bronceador y protector que se absorbe rápidamente, con aceite de argán, de germen de trigo y de zanahoria, vitaminas A y E, que hidratan la piel.
Precio: 21,95 euros.
Tratamiento protector ojos & zonas sensibles FPS 50 de Lierac Sunissime,
Precio: 25,50 euros.
Fotoprotector transparente Wet Skin SPF50 de Laboratorios Babé. Es un spray corporal fotoprotector de amplio espectro y acabado mate. Se aplica incluso sobre piel mojada, gracias a su novedosa tecnología Wet Skin.
Precio: 23,90 euros.