Sí: ¡se puede! El maquillador oficial de Lancôme Roberto Siguero nos da las claves.
Que si para qué me voy a pintar los labios bajo el ‘bozal’, que si la barra hace transfer y dejo la mascarilla hecha un asco, que si mejor me los pinto al llegar al restaurante para que no se estropeen…
Una tiene que elegir sus batallas, y ésta, desde luego, merece ser resuelta con practicidad exquisita. El maquillador de Lancôme Roberto Siguero nos enseña cómo maquillarnos los labios para que se mantengan impecables incluso bajo la mascarilla.
- El acabado es lo más importante
“Mate mejor que gloss o brillo”. De cajón de madera de pino, querida compi de fatigas. Cuanto más se fije el producto a tus labios, menos posibilidades de que se emborrone la mascarilla con el roce.
- Perfila y difumina
Roberto nos aconseja perfilar y rellenar los labios con el mismo perfilador. “Así evitaremos que la barra pierda definición y se mueva. Aplica el tono elegido -debe ser el mismo que el labial exactamente- y difumina para que el resultado sea más homogéneo”.
- Sello de calidad
Una vez hayamos trabajado los labios con el perfilador, aplica una finíiiisima capa de polvos sueltos. Te ayudarán a fijar la barra y eliminar brillos de paso que aumentas la duración del maquillaje hasta lo que te dé de sí la cita.
- Maquíllate, maquíllate
Volvemos al punto 1. Es el momento de blandir el arma secreta que hará que tu mascarilla no parezca la Sábana Santa: la barra de labios mate, mejor si es de fórmula no-transfer como L´Absolu Drama Matte de Lancôme. Te encantará su textura aterciopelada de larga duración.
- Fija y da esplendor.
Este último punto, sin ser del todo imprescindible, te dará bienestar y te protegerá de la contaminación. Se trata de pulverizar tus labios con un fijador de maquillaje. Lancôme tiene uno llamado Fix it Forget It que es rico en antioxidantes y mantiene el maquillaje con la frescura de la aplicación reciente. Es rico, además, en ácido hialurónico, y por supuesto es válido para el resto del rostro.