¿Aún no sabes cuál es el especialista al que tienes que acudir? ¿Nutricionista o endrocrino?
Sí, la respuesta es muy fácil y todo depende de otra pregunta: ¿para qué lo quieres? Ahí está el quid de la cuestión, porque el endocrino es un médico y el nutricionista es un titulado especializado en nutrición que puede aplicar tratamientos nutricionales en enfermos. Otro especialista relacionado con la nutrición es el dietista, que con una Formación Profesional está capacitado para elaborar dietas, cambiar hábitos de vida o dar consejos nutricionales.
Hasta hace unos años no había esa discusión. Si querías perder peso ibas al endocrino y si querías ganar peso (raro pero ocurre), también.
Nutricionista, una profesión nueva
Antes no existían nutricionistas o del dietistas; eran unos profesionales que no existían. Por eso, ahora se nos escapa qué profesional necesitamos: nutricionista o endocrino.
Hace unos años, en 2003, se reorganizaron en España las profesiones sanitarias y tuvieron cabida los especialistas en nutrición, con el título de dietistas-nutricionistas. Su función, según la ley es desarrollar “actividades orientadas a la alimentación de la persona o de grupos de personas, adecuadas a las necesidades fisiológicas y, en su caso, patológicas de las mismas, y de acuerdo con los principios de prevención y salud pública”.
El endocrino de toda la vida
Por otro lado, está el médico, el endocrino, que es el profesional médico “especializado en las enfermedades de las hormonas, del metabolismo y en los problemas nutricionales. Su médico principal le refiere a un endocrinólogo cuando usted tiene un problema en el sistema endocrino (Ej. hipotiroidismo, etc.), alguna alteración del metabolismo (Ej. diabetes, osteoporosis, etc) o algún problema nutricional (Ej. obesidad, desnutrición, etc.)”, se afirma en la página web la SEEC (Sociedad Española de Endrocrinología y Nutrición).
Dos especialistas con algunas competencias parecidas
Parece que estos dos profesionales –nutricionista o endocrino– tienen objetivos similares: ayudarte a adelgazar o a engordar. Pero quizá no necesites ni adelgazar ni engordar sino aprender a comer bien.
Elena Toledano, nutricionista con varios másteres en nutrición deportiva, educación alimentaria y nutrición clínica y endocrinología explica que “entre nuestras funciones está la de nutricionista clínico, de salud pública o comunitario, de restauración colectiva, en industria, deportivo, docente e investigador. España es, actualmente, el único país europeo que no incluye la figura del dietista-nutricionista en salud pública.” Este es el caballo de batalla de todos estos profesionales
Tanto el endocrino como el nutricionista y el dietista son tres profesionales que cuentan con el respaldo de un titulación, “pero las funciones un competencias de cada uno de ellos son diferentes, y los sitios de actuación también pueden serlo. Realmente se confunde el nutrionista con el endocrino porque compartimos puntos de actuación, pero el nutricionista puede especializarse, por ejemplo, en nutrición oncológica, y no tener nada que ver con el tratamiento de la obesidad porque se ha especializado en otra rama”, prosigue la nutricionista Elena Toledano.
¿Quién decide las pautas de alimentación?
Según la propia nutricionista, “el problema es más la visión de la sociedad de lo que es un nutricionista (para adelgazar) sin tener conocimiento de la multitud de puntos de actuación que tenemos, sobre todo a nivel de clínica. No estamos capacitados para tratar de forma médica pero sí a realizar tratamientos dietéticos. Por ejemplo, si viene a consulta una persona con hipotiroidismo, el endocrino tiene que realizar un diagnóstico adecuado -tratamiento farmacológico y pautas médicas específícas-, pero el tratamiento dietético sobre el control alimentario se lo daríamos nosotros”.
De igual manera, un nutricionista es el que decide qué alimentación ha de llevar un deportista o un intolerante a la fructosa; es decir, trabajan en aquellas pautas de alimentación que necesita una persona, que puede tener una enfermedad, que precisa una alimentación diferente o que busca que le enseñen a comer porque no lo hace bien.
Lo que reivindican ahora mismo nutricionistas de carrera es “nuestra presencia en la Seguridad Social, y no lo hacemos porque queramos trabajar, sino porque la salud es un derecho fundamental y, precisamente la mala alimentación está detrás de las principales enfermedades crónicas en España. Nadie se imagina el ahorro sanitario que supone tener a un nutricionista en la seguridad social“, explica Elena Toledano.
Pero, cuidado a quién eliges
Sin embargo, hay que hacer un alto en el camino para evitar que te la cuelen. Porque existen multitud de páginas webs, perfiles de Instagram, de Facebook, etc, en los que te venden una “supuesta buena alimentación” a base de productos inflados de azúcares muy poco recomendables. Como en sus perfiles escriben: “nutrición y bienestar” o “pasión por la nutrición” y sus imágenes están llenas de alimentos de muchos colores y bien presentados, piensas que será el nutricionista perfecto.
Si buceas en su página, de vez en cuando, aparecen anuncios de productos adelgazantes o que prometen bienestar, fortaleza física, etc.
Esos o esas no son nutricionistas; los que lo son de verdad se presentan como “dietista nutricionista” y son los que sí están facultados para hacerte tu plan de nutrición a medida.
Elige bien. Ya sabes: la salud entra por la boca y la enfermedad, también.