No somos invisibles, tampoco it girl; somos cincuentañeras, mujeres con más de 50, mucha experiencia y ganas de vivir.
“Con el paso de los años las mujeres adquirimos superpoderes… el poder de elegir lo que quieras… poder para luchar contra el mal… poder decir lo que piensas, pero cuando cumplimos los 50 hay un súperpoder que ya no nos hace tanta gracia: bienvenida al mundo de las mujeres invisibles; ya no te miran, ya no te desean, ya no eres una opción”.
Esto es lo que dice el tráiler de la película Invisibles, de Gracia Querejeta, un film que pone el dedo en la llaga (y que os recomiendo) sobre lo que nos pasa a las mujeres cuando cumplimos años y nos convertimos en cincuentañeras. Pero…
… las mujeres que ya hemos cumplido los 50 no somos las mismas que cuando nuestras madres cumplían ese medio siglo de existencia.
Afortunadamente, hemos cambiado aunque ciertamente parezcamos invisibles. Ahora nos llaman la generación silver, sellennials o las nuevas cincuentañeras o sesentañeras.
Todas nosotras o casi todas hemos trabajado o seguimos trabajando; muchas hemos ido a la universidad, tenemos independencia económica, somos unas avanzadas, y ya con canas nos saltamos a la torera lo que haya que saltarse.
Vitales y con experiencia: un chollo
Sin embargo, se achaca a las mujeres con 10 lustros pasados que ya no somos iguales que antes o que tenemos menos vitalidad (mirad el vídeo, por favor, y hablamos de vitalidad) y bajo esta premisa, el despido es más fácil (cómo van a dejar a un hombre con familia en el paro) y no se tiene en cuenta la experiencia que supone tener en un equipo a una mujer de más de 50 años con menos obligaciones familiares, aunque no seamos nativas digitales.
Según el informe #TuEdadEsUnTesoro, de Adecco, presentado a mitad de 2019, el 52% de los currículos de mayores de 55 años -hombre y mujeres- se descartan en el momento porque se supone que no van a encajar en una plantilla de jovenzuelos (que tienen mucho que aprender aunque no lo sepan, y tengan mil y un másteres).
¡Horror, menopausia!
Y las mujeres nos llevamos la peor parte: encontrar trabajo pasados los 45 es una labor de titanes. Por alguna razón que ignoro se achaca a la edad la decrepitud mientra que a la juventud se la adorna con la palabra “talento”.
Si a todo esto le añadimos la palabra “menopausia”, ya somos invisibles e inservibles del todo. Una maldición sin fundamento.
Todos estos adornos nos han llevado casi a la ruina psicológica. ¿Sólo molan las jóvenes?
Quizá sea mi edad perfecta…
Sí, la edad perfecta para hacer lo que no has hecho hasta ahora. Según el Índice de Kauffman de la Actividad Emprendedora, en 2012 casi un cuarto de los nuevos negocios comenzaron por emprendedores de 55 y más. ¿Por qué no vas a ser tú?
Las mujeres de más de 55 años se encuentran en un momento de plenitud, mejor que nunca. Son inconformistas, tienen confianza en sí mismas, desean cuidarse y se aceptan tal y como son”, asegura Estefanía Yágüez, directora de Consumer & Market Intelligence de L’Oréal España, empresa que ha patrocinado la 71ª edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid el primer desfile con mujeres mayores de 50 años.
Es la generación silver, como se conoce, y la marca de cosméticos ha apostado por ellas. Nos estamos redefiniendo y cambiando el concepto de envejecimiento. “Desde el nacimiento de la marca hemos apostado por una belleza diversa, con embajadoras de diferentes orígenes y edades. Fuimos pioneros en la industria fichando a Jane Fonda y creamos un plantel de estrellas por encima de los 50, como Julianne Moore o Helen Mirren. Siempre con la firme convicción de dar visibilidad a estas generaciones de mujeres maravillosas a veces apartadas solo por cuestión de edad”, afirma Esther García, directora de L’Oréal Paris en España.
Las sellenians somos las que más invertimos en cosmética. De los 4.758 millones de euros gastados en productos cosméticos cada año en España, 2.190 corresponden a este segmento de edad; un 47% del total.
Efectivamente, las cincuentonas de hace veinte años somos las cincuentañeras de ahora; estamos más preparadas, somos más independientes y aún estamos para dar mucha guerra: no olvidemos que somos más 5 millones de mujeres entre los 50 y los 65 años.