Todos los factores externos que llegan a tu vida desde el minuto 1 hasta que mueres conforman el exposoma.
Se empieza a hablar ya del exposoma aunque realmente no sabemos muy bien de qué estamos hablando. Es muy sencillo. Se trata de la suma de todos los factores externos que actúan sobre nuestro genoma a lo largo de la vida, desde que aparece tu cabeza por el canal del parto hasta que tu corazón da el último latido.
Todos estos factores tienen tal impacto en nuestro organismo que son capaces de actuar sobre nuestro genoma en nuestra salud.
Como veréis, esta palabra que a lo mejor lees por primera vez en tu vida, exposoma, tiene y va a tener una importancia fundamental en cómo se va a desarrollar el estado de tu organismo y, por supuesto, de tu piel.
El ejemplo más gráfico de lo que pueden hacer los factores externos en nuestra piel, uno en concreto que es la radiación solar, es el de Bill McElligott, un camionero canadiense, el de la imagen de apertura, que trabajó durante 3 décadas sin protección solar. Durante esos 30 años la piel de una parte de su rostro estuvo expuesta al sol mientras que la otra, no. Su rostro envejecido es un claro exponente de cómo ha influido uno de estos factores externos en su piel.
Genoma y exposoma
Estas dos palabras y su significado en nuestra vida tienen mucho que ver. El genoma -ya sabéis: conjunto de genes en el que está contenida toda la información necesaria para desarrollar los caracteres del ser humano- explica el 25% de las enfermedades crónicas, pero ¿qué pasa con el 75% restante?
Según las nuevas corrientes científicas, ese 75% estaría determinado por factores externos que tienen repercusión en nuestra salud. Éste sería el exposoma.
¿Cuáles son esos factores externos?
Sustancias químicas, radiación, frío o calor, alimentación, estrés, ruido, contaminación, comportamiento… todo estos factores puede influir en nuestro exposoma.
Y a todo esto no le dábamos demasiada importancia hasta hace relativamente poco tiempo; en 2005, el científico Christopher P. Wild, director de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, acuñó este término y empezó a estudiarse; un concepto que poco a poco va a tener cada vez más importancia.
¿Afectan estos factores a la piel?
Recientemente se ha empezado a destacar el valor del exposoma de la piel en lo referente a su envejecimiento y se han identificado 7 factores modificables que afectan a ese envejecimiento de la piel: la radiación solar, la contaminación, el tabaco, la temperatura, la nutrición, el estrés, la falta de sueño y el uso de cosméticos, que son factores muy importantes a la hora de tener un estilo de vida saludable que favorezca el cuidado de nuestra piel.
Del tabaco ya sabemos sus efectos perniciosos sobre la piel. Hace unos meses, en una presentación de prensa, el doctor José María Ricart, del Instituto Médico Ricart, nos enseñó a unas cuantas periodistas que nos quedamos al final a charlar con él, un papel en el que dibujó un croquis que señalaba quienes eran las periodistas fumadoras y las que no. Lo clavó. “Únicamente por el aspecto de la piel ya sé quién fuma y quién no”, dijo.
En cuanto al sueño, algunos estudios muestran que dormir menos de cinco horas por noche se vincula con más signos de envejecimiento y una reducción de la función barrera de la epidermis.
Sin embargo, según se afirma desde la Academia Española de Dermatología y Venereología, “Otros factores pueden influir de forma positiva como es el uso de ciertos cosméticos que pueden servir de barrera frente algunas agresiones externas”.
Y de hecho ya muchas firmas de dermocosmética ya están formulando sus productos para tratar la piel de sus clientes según la edad aparente y no la cronológica.
Como el exposoma es un término muy joven, solo tiene 15 años, y eso para la ciencia es muy poco tiempo, iremos viendo cómo tendremos cosméticos adaptados a nosotros, aunque mientras tanto no estaría que más que vigilaras tus hábitos de vida.