Sabemos qué pedirán las buenas gentes a sus cirujanos plásticos de cabecera. Tomamos el pulso a la sociedad desde la cirugía estética.
¿Se llevarán los cuadros de Vichy? ¿El chato vino y no el gin tonic? Chi lo sá. Lo que sí sabemos es qué operaciones de cirugía estética estarán de tendencia en el primero de los locos años 20. Una década que se intuye de alto voltaje desde su nacimiento. Veamos las 5 operaciones estrella en los quirófanos de España con la colaboración del doctor Mato Ansorena.
–Mamoplastia (aumento de pecho) y Mastopexia (elevación de pecho).
Primer puesto ex aequo para dos intervenciones íntimamente ligadas a la anatomía femenina. Tener un volumen generoso, respingón, simétrico y lozano sigue siendo una de las grandes preocupaciones estéticas de muchas mujeres. No en vano se conoce a la mamoplastia como ‘la cirugía de la felicidad’ puesto que suele potenciar muchísimo la autoestima de las mujeres acomplejadas por el tamaño de su pecho.
-Rinoplastia.
Ay, la nariz. ¿Quién está del todo conforme con la nariz que le ha tocado en la lotería genética? A juzgar por las estadísticas, el descontento ‘nariguil’ corre a sus anchas por las calles, plazoletas y rotondas de nuestro país. La oferta de retoques es abundante y, a veces, ni siquiera tiene por qué ser muy notable: “con la rinoplastia podemos aumentar o disminuir el tamaño de la nariz, cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior, estrechar los orificios nasales, cambiar la forma de la punta o del dorso…”, comenta el doctor Mato Ansorena. Es la cirugía preferida por los profesionales, pero también un gran desafío quirúrgico puesto que “la técnica, el sentido común y el sentido estético deben combinarse a la perfección”.
-Braquioplastia (lifting de brazos).
Saludar a alguien y que un movimiento sísmico recorra todo el brazo y haga temblar una carne flácida cual flan puede hacerse bola a alguna gente. Donde el ejercicio y la dieta no llegan, llega esta técnica de cirugía estética, que consiste en retirar el exceso de grasa y piel que se localizan entre el hombro y el codo y que se encuentran descolgadas.
Se utiliza para crear un rostro más anguloso dado que elimina la grasa de las mejillas, resaltando los pómulos. En general recurren a esta técnica las personas con la cara muy redonda. Hay que tener en cuenta que los volúmenes faciales cambian a lo largo de toda la vida, por lo que no es lo mismo verse ‘cara pan’ con 20 años que con 40.
Como en todo, pero especialmente en iniciativas que envuelven la salud física y mental y la economía, sólo podemos recomendar cautela y recurrir SIEMPRE a un profesional avalado, recomendado y conocido por sus buenas prácticas.