El suicidio se llevó por delante la vida de 3.679 personas en 2017, la cifra más alta de los últimos 12 años. Y se puede prevenir.

Hablar del suicidio, sí, porque es un tema tabú, un asunto que se silencia y que mata más que los accidentes de tráfico. En el mismo año murieron en la carretera 1.943 personas. Y a estos sí se les da cobertura, mientras que a los suicidas se les aparta y dejan de contar para todos. La Confederación Salud Mental España ha organizado hace unas semanas la Jornada “Conecta con la vida”, incluida en el Día Mundial de la Salud Mental (que fue el 10 de octubre) y que este año se ha centrado a nivel internacional en la prevención del suicidio. Y los medios de comunicación tenemos mucho que aportar y ayudar. Todo menos callar.

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Foto: Gordon Johnson. Pixabay

De vez en cuando el suicidio de algún personaje conocido salta en las páginas de los diarios o en las noticias de televisión y damos vueltas al asunto durante unos días. En una semana, el silencio. Ya no hay suicidas en el planeta y, sin embargo, en todo el mundo se quitan la vida 800.000 personas al año. Y lo que es más importante, por cada adulto que se suicida hay más de 20 que lo intentan.

Si como decía el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, “Aquel que tiene un ‘porqué’ para vivir se puede enfrentar a todos los ‘comos’”, está claro que todas estas personas que se suicidan o lo intentan no encuentran ni el porqué ni el cómo.

Por eso, la Confederación Salud Mental España reivindica un Plan Nacional de Prevención del Suicidio porque es un problema de salud pública, probablemente el mayor de todos.

Sílvia Fort Culillas, psicóloga y directora de la Sociedad Española de Suicidología y de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, explica en Belleza Pura por qué llega a suicidarse una persona.

La Fundación Española para la Prevención del Suicidio se creó como una asociación de profesionales interesados en la prevención y el estudio de la conducta suicida con el fin de divulgar la evidencia científica sobre la prevención y abordaje de la conducta suicida, para sensibilizar y concienciar a la sociedad sobre el impacto y la magnitud epidemiológica de la conducta suicida en la población española y para formar a profesionales interesados en la conducta suicida.

Belleza Pura: ¿Cuáles son las causas que llevan a alguien a pensar en suicidarse?

Sílvia Font Culillas: “La conducta suicida es un fenómeno muy complejo, precisamente por su carácter multifactorial y multicausal. No hay una única causa que lleve a una persona a pensar en quitarse la vida ni tampoco podemos establecer unas causas comunes ya que no hay dos personas igual y estamos hablando de un acto muy individual. Lo que sí sabemos es que existen una serie de factores de riesgo y precipitantes interactuando que aumentan la vulnerabilidad personal, de la misma manera que sabemos que existen los factores de protección sobre los cuales nos tenemos que apoyar para contrarrestar el efecto de los anteriores”.

B. P.: ¿Por qué se suicidan más hombres que mujeres, y por qué tantos jóvenes?

S. F. C.: “Volviendo a la respuesta anterior, no tenemos una explicación para ello y no podemos sacar conclusiones definitivas de un hecho tan particular. Que los hombres se suicidan más que las mujeres es una tendencia que se repite a nivel mundial, aunque también es cierto que las proporciones varían en función de los países. En España, por ejemplo, durante el año 2017 se suicidaron 2.718 hombres (75%) y 961 mujeres (25%), es decir, de cada 4 suicidios 3 eran varones. Por el contrario, las mujeres lo intentan 3 veces más que los hombres. A día de hoy, esta diferencia se intenta explicar por el uso de métodos más letales por parte de los hombres hecho que contribuye a que las tentativas acaben convirtiéndose en suicidios consumados con mayor facilidad”.

B. P.: ¿Están aumentando los suicidios, ¿a qué se debe, hay alguna explicación?

S. F. C.: “Aunque es cierto que ha habido pequeñas oscilaciones, se considera que el número de suicidios se ha mantenido más o menos estable en lo que llevamos de siglo. Es necesario un sistema de registro estricto y riguroso, tanto de suicidios consumados como de tentativas e ideación suicida. Esto incluye el registro civil de suicidios, los registros hospitalarios de intentos de suicidio, y los estudios representativos a escala nacional que recopilen información sobre intentos de suicidio autonotificados. Lamentablemente, a día de hoy, todavía no disponemos de ello y nos encontramos suicidios enmascarados como caídas accidentales, desapariciones, accidentes domésticos, intoxicaciones involuntarias, etc”.

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Foto: Adrian Malec. Pixabay

B. P.: ¿Hay algo que funcione mal en la sociedad para empujar a tantas personas al suicidio?

S. F. C.: “Más que pensar que hay algo que funcione mal en la sociedad, deberíamos plantearnos qué hacemos como sociedad para evitar que año tras año se repitan cifras de suicidio tan alarmantes como las actuales, y nos daremos cuenta que hacemos muy poco y a menudo intentamos mirar hacia otro lado evitando así enfrentarnos a esta realidad. Es cierto que no se conocen cuáles son las causas del suicidio pero eso no quiere decir que no sepamos cómo prevenirlo. Algunas medidas clave para su prevención son:

  • Una mayor concienciación y sensibilización, no solo social, sino también de los medios de comunicación, los poderes públicos, instituciones y de los propios profesionales.
  • Una mayor capacitación de los profesionales, no solo sanitarios, sino también de otros sectores como el educativo, el social o los cuerpos de primera intervención (policia, bomberos).
  • Una limitación de acceso a los medios letales.
  • Un mejor seguimiento de las personas en riesgo y colectivos vulnerables.
  • Una mayor alerta y vigilancia epidemiológica que nos permita identificar grupos de riesgo y colectivos vulnerables.
  • Y  una mayor investigación.”

B. P.: ¿Qué hay detrás de una persona que se suicida o que intenta suicidarse?

S. F. C.: “No se pueden establecer conclusiones generales para hechos tan particulares. Esto sería simplificar demasiado un problema tan complejo”.

B. P.: ¿Quién quiere suicidarse lo consigue?

S. F. C.: “Quien quiere suicidarse lo consigue es uno de los muchos mitos que persiguen al suicidio y que contribuyen a que siga siendo una muerte estigmatizada y silenciada. Si fuera verdad, si quien piensa en quitarse la vida lo acaba haciendo, la prevención del suicidio no tendría sentido. En realidad, este mito nos quita responsabilidad y de alguna manera, como sociedad, nos tranquiliza pensar que no podemos hacer nada para evitarlo, una idea completamente errónea. Nunca debemos olvidar que alguien que piensa en suicidarse no quiere dejar de vivir, lo único que quiere es dejar de sufrir. El suicidio se puede prevenir y todos nosotros somos agentes de prevención. Como sociedad tenemos la obligación de ofrecer recursos de ayuda y de atención especializada para ayudar a paliar tanto sufrimiento y tanto dolor y ayudar a estas personas a buscar otras alternativas a sus problemas así como motivos para vivir”.

B. P.: ¿Cómo puede ayudar la sociedad para evitar tantos suicidios?

S. F. C.: “Primero, hay que hablarlo directamente, no esconderlo. Existe otro mito que nos invita a tener miedo a la hora de hablar sobre el suicidio porque se cree que hablar del suicidio puede incitar a cometerlo. Esto no es verdad, las personas que no poseen ideación suicida preguntar por ello no les incita a hacerlo, mientras que a los que sí la tienen les genera alivio y confianza hablar de ello, así como les facilita atreverse a pedir ayuda. Segundo, hay que buscar ayuda profesional y derivar a esa persona al sistema sanitario. Tercero, debemos estar atentos a cualquier tipo de señal, verbal y no verbal, que nos haga sospechar que la persona pueda pasar al acto suicida. Y cuarto, procurar que esa persona se sienta acompañada en todo momento e intentar evitar así sentimientos de abandono y soledad, un factor de riesgo muy común entre las personas con ideación suicida”.

B. P.: Es un problema de salud pública, ¿qué tendrían que hacer las instituciones?

S. F. C.: “Efectivamente, el suicidio es un grave problema de salud pública a nivel mundial. Según la OMS, en el mundo hay alrededor de 800.000 muertes por suicidio al año, más muertes que por guerra y homicidio juntos. De la misma manera que se crean campañas para prevenir los accidentes de tráfico, por ejemplo, deberían realizarse campañas para la prevención del suicidio porque, como ya he comentado, el suicidio se puede prevenir. De hecho, la OMS calcula que se podrían prevenir alrededor del 30% de suicidios, lo que en España supondría aproximadamente 1.100 muertes menos cada año. Para ello es imprescindible una mayor implicación por parte de las instituciones públicas y la elaboración de un Plan Estatal de Prevención del Suicidio, una medida que desde la Fundación Española para la Prevención del Suicidio y desde la Sociedad Española de Suicidología reclamamos insistentemente”.

Uno de los recursos que se ha reclamado desde todos los sectores que se implican en el problema del suicidio es la necesidad de implantar un teléfono de atención al riesgo suicida, que sea de carácter público, gratuito y, de tres cifras, fácil de recordar (como ocurre con el 016, para la atención a las víctimas de violencia machista), asegurando así la atención, seguimiento y control profesional que esta situación necesita”.

Teléfonos de prevención del suicidio en España: https://tuteticontigo.com/telefonos-de-prevencion-del-suicidio-en-espana/