Hoy te descubrimos los 10 mandamientos para drenar las piernas que dejó escritos Moisés en sendas tablas de piedra.
Desde que tengo uso de razón, o más bien algo más tarde -venga, desde la pubertad-, mis piernas se hinchan y deshinchan en función de los vaivenes hormonales, climáticos y alimentarios con una volubilidad pasmosa.
A mí me gustan mucho las causas perdidas de antemano, de modo que, desde hace años -más o menos a mediados de mis teens-, empecé a hacer deporte con regularidad y a cuidar mi alimentación, hábitos que sigo manteniendo desde entonces y que alivian bastante toda clase de males, sobre todo mentales. Sí, amiga mía, una buena sesión de entrenamiento seguida de una comida de alimentos frescos, de temporada, sin procesar y de muchos colorines, puede hacer mucho por tu salud mental, aunque la vida en sí sea caótica, asilvestrada e incontrolable.
Y también puede hacer mucho por el volumen de líquido y grasa de tus patitas, sobre todo si lo combinas con otras pautas. Cuantas más, ¡mejor!
Te transmitimos la sabiduría ancestral que acompaña a las féminas desde que se irguieron por primera vez sobre sus rotundas extremidades.
- Frutas y verduras ‘a cascoporro’.
Lo que decíamos: fresco, de colores y de temporada. A ingerir a placer y sin recato, que además están cargadas de micronutrientes que son lo más. Si estás recortando calorías, elige frutas con bajo contenido en azúcar, evita las desecadas y toma la fruta entera en lugar de en zumo.
Comer despacio y saboreando bien no sólo facilita la digestión -la saliva contiene enzimas que van haciendo este trabajo antes de que los jugos del intestino actúen-, sino que hará que recibas antes los beneficios de la leptina, la hormona de la saciedad.
- Mira cómo beben los peces en el río.
Se mira… pero no se hace. Qué le vamos a hacer, las bebidas gaseosas o -y créeme que lo siento- alcohólicas, agravan la hinchazón.
- Menos humos.
Si no encontrabas motivo para dejarlo, éste puede servirte. Además de ser caro, maloliente e insano a todas luces, el tabaco empeora la circulación.
- Levántate y anda.
Si en verano quieres pasar del gym… ¡anda! Caminar estimula la circulación en general, ayuda a deshinchar las piernas y las tonifica.
- ¡A nadar!
¿Te suena eso de que la natación es el deporte más completo? A ello se suma que, en verano, es fácil y agradable realizarlo. Bastan 20 minutos diarios para notar mejoría.
- Tacón, punta, tacón, punta…
El tamaño importa. Ni muy alto, ni muy pequeño: medio. Esto en cuanto al tacón.
- Duchas de agua fría.
Quizá te parezca una tortura al principio, pero llegarás a apreciarlas. Si no puedes con todo el cuerpo, lo que sería harto comprensible, date el agua fría desde los pies hasta la cadera.
- El bronceado es el equivalente al maquillaje.
Yeah! Ese tono moreno tan satisfactorio que te estás currando disimula estrías y celulitis. Ponte protección y evitar las horas centrales del día, y a disfrutar.
- Alíate con la cosmética reductora.
Somatoline se nota. No me pagan nada por decirlo (aunque no me importaría que lo hicieran, guiño-guiño), ni tengo un familiar en la marca. Es que es cierto. El gel drenante remodelante es de efecto frío -me sé de una que se lo pone en verano a modo aire acondicionado- y ofrece resultados notables en dos semanas.
Precio: 36,90 euros.