Vuelven los pies. Cuida la base esencial de tu ‘imperio’ con estos consejos expertos.
Vuelve el caloret, el muslamen, el Frigopié y, por supuesto, el pinrel. Cual animalitos que abandonan una larga temporada de hibernación, los pies se despojan de calcetines y zapatos cerrados y estiran los dedos al sol. Todo un shock climático y existencial que afecta a los pies debido al cambio de hábitos.
El Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad de Madrid nos da algunas recomendaciones de cuidado fetén para ahorrar disgustos.
A evitar:
-Andar descalzos en lugares públicos.
Nada apetece más que descalzarse y andar por ahí disfrutando de la libertad de la desnudez, ¿verdad? Sin embargo, los hongos y papilomas no respetan a nadie, y el calor y la humedad hacen que crezcan como… como setas, sí. Acuérdate de calzarte siempre en las piscinas, vestuarios y cualquier otro espacio compartido, evitarás infecciones que luego son un rollo de quitar.
-Abusar de chanclas y sandalias que no sujetan.
Ojo con ir muy plana o muy suelta. Si el calzado no sujeta adecuadamente, puedes sufrir alteraciones en tu pisada, tobillos y rodillas, o peor aún: ver cómo se te ponen los dedos en forma de garra.
A recomendar:
-Mantener rutinas de higiene e hidratar y nutrir los pies.
La sequedad reseca mucho los talones, y estos se pueden agrietar. Este hecho, nos advierten desde el Colegio Oficial de Podólogos, se traduce en entradas directas de microorganismos que pueden amenazar la salud de los pies.
-Escoge un calzado adecuado.
Ya sabes, que te sujete bien y con suela no inferior a 3-4 cms para evitar impactos bruscos. Importante, además, que el zapato transpire bien -no sólo pasarás menos calor, sino que tu olfato y el de los demás lo agradecerán-.