Las marcas se ponen de manifiesto para abanderar una lista de buenas y nuevas intenciones como declaración de principios.
En nuestra querida sociedad de consumo cada uno consume lo que necesita y elige marca de confianza según sus modelos ideales de conducta e iconos al uso. Se pagan cifras desorbitadas a las celebrities del momento para dar la cara, la voz y la sonrisa a un determinado perfume, maquillaje, ropa o gafas de sol en sus campañas publicitarias.
Se nos regalan los oídos con solidaridad a favor del cáncer de mama, los niños autistas, el SIDA, el bullying, la protección de los océanos, la gente guapa o las tallas XXL con el fenómeno de las mujeres curvys más sexys y valientes. No hay duda que las firmas comerciales quieren vender y se lo toman con filosofía, sin perder nunca de vista el objetivo principal que es seducir al consumidor para que compre su producto.
Y parece ser que se vende más y mejor si el objeto en cuestión suma emociones, de todo tipo (visuales, acústicas…), en especial si se asocian al tren de algún icono incipiente, causa o movimiento que pueda sensibilizar a su favor al público objetivo.
Comprar es cada día más “emocionante” para todo aquel que se pueda permitir un packaging que vaya más allá de la marca blanca, sin sueños que vender, pero a un precio más competitivo.
La primera piedra la puso Isabella Rossellini con su marca Manifesto que era una firma preciosa con mucho arte en el diseño y un innovador concepto como se ha visto después con todos los manifiestos y manufacturas de las marcas nicho. Quizá, demasiado pronto para la actriz y modelo siempre a la vanguardia.
Pero hay más modelos que han pasado de poner su cara frente al objetivo de una campaña publicitaria para tomar la iniciativa y arrancar con su propia marca con tirón celebrity.
Las mujeres reales también han asomado la cabeza en anuncios y sus generosos cuerpos sobre las pasarelas más curvys del planeta. Las modelos con talla XXL emergen timidamente de su escondite en el siglo XXI. Es noticia que Tyra Banks se haya enfundado su bikini con todos los kilos que ha ido cogiendo desde su época de top model.
Violeta lanza otro manifiesto de marca mayor cada temporada. Las tallas grandes se justifican en los mensajes de sus campañas de moda, se crean marcas exclusivas y aparte de las tallas pequeñas y supuestamente normales, aunque en clara minoría entre la población femenina. Violeta by Mango es un gran ejemplo con un mensaje de amor incluido para todas esas mujeres hermosas con una talla superior a la 40 y sin complejos.
Este año la campaña publicitaria ha contado con la sevillana Lorena Durán, Iza Ijerman, (conocida como la gemela de Gigi Hadid) y Paloma Elsseser, la modelo estadounidense de tallas grandes que ha sido imagen de marcas como Proenza Schouler, Fenty by Rihanna, Nike o Glossier.
“Yo decido lo que quiero, yo decido lo que soy, yo decido lo que llevo y te digo aquí estoy”, dice la letra del vídeo que presenta la nueva colección de Violeta by Mango en el que las modelos bailan cumbia moviendo sus prodigiosas caderas con alegría. ¡Qué felicidad!
Un paso hacia delante y espero que ninguno más hacia detrás. Ser diferente es una batalla social y doy las gracias a las marcas que apoyan la individualidad de las personas. Si eres negro, albino, más gordo o más flaco de lo normal sabes de lo que hablo. Menos mal que los tiempos están cambiando, y los modelos también.
¡Viva la diversidad y la tolerancia! Yo no quiero parecerme a nadie ni copiar a nadie, sólo quiero seguir siendo yo, lo mejor posible.