334 millones de personas padecen asma en el mundo. En España sufren esta enfermedad el 5% de los adultos y el 10% de los niños.
El asma es un problema de salud pública que afecta a personas de todas las edades y cuya prevalencia e impacto se están incrementando de manera notable en las regiones urbanizadas ya que se relaciona con los cambios ambientales, la contaminación y los nuevos estilos de vida. A pesar de la alta prevalencia, alrededor del 50% de pacientes no está diagnósticado y entre un 60% y un 70% de los que sí lo están no tiene bien controlada la enfermedad.
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Lo que seguramente no sabrás o incluso te extrañará es que David Meca, nadador, varias decenas de veces campeón de natación en aguas abiertas, es asmático, y que el tratamiento cuando le diagnosticaron el asma fue la natación. Lo que en un principio fue una obligación se convirtió en su vida.
David Meca consiguió con la natación calidad de vida, que es a lo que aspira cualquier enfermo de asma (o de cualquier otro mal). Porque es una enfermedad complicada en la que el paciente tiene episodios de dificultad respiratoria (crisis o ataques), generalmente asociados a otros síntomas como tos, pitidos al respirar y sensación de ahogo. En muchos casos la enfermedad aparece como respuesta a determinados estímulos que producen alergia: polen, ácaros del polvo, epitelios de animales, ciertos alimentos, etcétera.
Todos estos síntomas llevan a las consultas de los alergólogos a muchos pacientes. En concreto, el 23% de los pacientes que acuden por primera vez a una consulta de alergología lo hacen por motivos relacionados con el asma, según se desprende del informe Alergológica 2015, realizado por el Comité de Asma de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) entre más de 300 especialistas alergólogos y farmacéuticos comunitarios de todo el país con cuestionarios realizados a casi 3.000 pacientes.
El lema del Día Mundial del Asma, que se ha celebrado el pasado día 7 de mayo, es “STOP al Asma”, que quiere resaltar mediante su acrónimo “STOP” las claves de cómo se puede controlar esta enfermedad respiratoria alérgica: Síntomas, que hay que evaluar; Testar la respuesta a la medicación; Observar y asesorar al paciente; y Proceder a ajustar el tratamiento si fuera necesario.
“El asma, como enfermedad crónica, necesita de una actitud activa por parte de médicos y afectados. Estos últimos no deben limitarse a recibir el tratamiento prescrito sino que han de asumir su patología y ser conscientes de la importancia del cumplimiento del tratamiento de mantenimiento, independientemente de tener o no síntomas”, ha señalado Javier Domínguez, presidente de SEIAC.
A pesar de que hay tratamientos magníficos para controlar la enfermedad, el asma es un mal crónico que necesita estar bajo control siempre. Y aunque con los tratamientos disponibles en la actualidad la mayor parte de los pacientes podrían estar controlados y hacer una vida normal, hay factores como la falta de diagnóstico o la falta de cumplimiento de la medicación que lo impiden, y, como consecuencia, miles de pacientes asmáticos están mal controlados.
Por eso, la SEIAC ha creado una plataforma para pacientes, Soy Experto en Alergia, con el fin de ayudarlos en el manejo de la patología y en la adquisición de habilidades en el autocuidado de la enfermedad asmática y otras enfermedades alérgicas.
Y es importante, a la hora de abordar el asma, comprometerse a seguir siempre siempre el tratamiento prescrito por el médico y mantener una higiene de vida: por ejemplo, no fumar, hacer el ejercicio que te recomiende tu especialista y saber que puedes vivir con tu enfermedad manteniéndola a raya.
Algunos otros tratamientos, como la haloterapia -una terapia complementaria que consiste en reproducir el clima que hay dentro de las minas de sal mediante un dispositivo llamado halogenerador que genera micropartículas de sal para el tratamiento de enfermedades del aparato respiratorio como asma-, pueden ayudarte a respirar mejor. De hecho, hay estudios que así lo afirman.
Aunque, como siempre decimos en Belleza Pura, sigue a pies juntillas el tratamiento de tu especialista.